Pocos romances han marcado tanto la crónica social como el de Isabel Preysler y Julio Iglesias. Lo que comenzó como un idilio de ensueño entre la socialité filipina y el seductor cantante se convirtió en un infierno de deslealtades, mentiras y humillaciones públicas. La imagen de un Julio Iglesias rodeado de mujeres se hizo tan común que hasta inspiró los memes más populares de internet. Pero detrás de cada sonrisa del cantante, había una historia de traición que Isabel Preysler tuvo que soportar durante años.

Desde el día en que se casaron en 1971, Julio Iglesias ya era un hombre marcado por su debilidad por las mujeres. Su ascendente carrera en la música lo convirtió en un verdadero imán para las admiradoras, pero lejos de mantener la compostura, el cantante se entregó a una vida de excesos que destrozó su matrimonio. Fuentes cercanas a la familia aseguran que Isabel descubrió sus primeras infidelidades poco después de dar el "sí, quiero", y aunque intentó hacerse la vista gorda, la situación pronto se volvió insostenible.

Ignacio Peyró, autor del libro Julio Iglesias, el español que enamoró al mundo, afirmó lo siguiente:  "Ella (Isabel) sufrió innumerables infidelidades".  Según sus declaraciones, el artista quiso mucho a Isabel Preysler, pero "quería sentirse libre". De hecho, el propio Julio, en declaraciones posteriores, reconoció que era incapaz de ser fiel. Según su versión, su comportamiento era parte de una "herencia genética" de su padre, el doctor Iglesias Puga, conocido por sus conquistas incluso en la vejez.

Humillada ante el mundo: la gota que colmó el vaso

Los engaños eran un secreto a voces, pero hubo uno en particular que Isabel Preysler no pudo perdonar: el de Graciela Alfonso, la amante argentina que hizo tambalear definitivamente su matrimonio. Cuando la noticia salió a la luz, la socialité ya no pudo seguir disimulando. La prensa bombardeaba con titulares escandalosos y las imágenes de Julio en actitud comprometedora con otras mujeres se multiplicaban. Isabel, quien siempre se había mantenido discreta, tomó una decisión irrevocable. Cuando Julio regresó de una de sus giras y la vio en el aeropuerto, la llamó con entusiasmo: "¡Isabelita!", pero ella, con la serenidad que la caracteriza, le soltó una frase lapidaria: "Julio, tú tuviste que pedirme muchas veces que nos casáramos, pero yo te voy a decir una sola vez que nos separamos". Y con esas palabras, puso fin a su historia.

Un divorcio que hizo historia

Corría el año 1978 y el divorcio todavía no era legal en España, lo que obligó a la pareja a optar por una separación formal pero sin recursos legales definitivos. Julio, quien en un principio intentó salvar su matrimonio, pronto se dio cuenta de que la decisión de Isabel era inamovible. Ambos redactaron un comunicado conjunto, publicado en la portada de la revista 'Hola!', en el que anunciaban su separación definitiva, sentando un precedente en la historia de las rupturas de las celebridades.

Hoy, con el paso del tiempo, Isabel Preysler sigue evitando hablar de su tormentoso matrimonio con Julio Iglesias, pero su historia quedó grabada en la memoria colectiva como una de las separaciones más sonadas del mundo del corazón. Y aunque el mundo entero siga riéndose con los memes de "Y lo sabes", hay una mujer para quien esa frase representa uno de los episodios más amargos de su vida.