"Mi Navidad". By Isabel Preysler. De todas las ocurrencias televisivas posibles, esta era seguramente la más pretenciosa, artificial e insustancial de todas. Y precisamente por eso, alguien decidió en Disney+ que era una gran idea. Es eso o una apuesta alocada durante el punto álgido de una cena de empresa en la plataforma audiovisual. Lo que importa es que el resultado es una vergüenza para los clientes de este servicio. Un escaparate de las películas infantiles más conocidas, también de series y películas de gran fama y prestigio, en el que chirría y de qué manera la Preysler y su impostura, momificada en el tiempo. Las críticas en la filipina son despiadadas, pero no exentas de razón. Se ha prestado a un juego que no le corresponde. Cuando menos, de esta manera tan vulgar y barata.
Barato. Palabra clave para explicar el punto de vista de un presentador top, experto en temas audiovisuales, pero especialmente también en el mundo de la farándula. Hablamos, evidentemente, de Jorge Javier Vázquez. El de Badalona ha visto pasar el cadáver del enemigo Borja Prado (también el del amigo 'La Fábrica de la Tele') y prepara su vuelta a Telecinco, donde tiene contrato de megaestrella hasta 2025. Estará en 'Supervivientes', el gran reality de la casa. Para superviviente, sin dudas, él. Mientras llega el momento, tiene bastante tiempo para descansar, observar y reflexionar. Incluso para no perder una bonita costumbre: zurrar. La saga Preysler, con Tamara Falcó incluida en el paquete, es objetivo habitual. Y no, no ha perdido la oportunidad de volver a noquearlos.
Vázquez, en 'Lecturas', insinúa la teoría que habla de la mala salud económica de Isabel Preysler. Medio arruinada, vaya. La hija Tamara le ha birlado la corona, la cartera y el árbol de los billetes. Solo así se entiende que se preste a firmar un esperpento navideño como el que nos ocupa. Y aquí entra en juego el adjetivo barato: "El producto es barato en toda la extensión de la palabra. Si eres la Preysler y durante toda tu vida has salido poco por la tele para preservar el misterio, ¿por qué dices que sí a un producto así? Bueno no es. Malo, lo que se dice malo, pues hombre tampoco. ¿Prescindible? Siendo la Preysler, sin lugar a dudas. A no ser que tenga una imperiosa necesidad de hacer caja.Ssolo se hace para conseguir dinero rápido porque si de verdad le hubiera importado hacer algo que valiera la pena habría estado mucho más encima del producto". Quizás no habría pasado, por ejemplo, que "una señora tan elegante ha permitido que en varios planos aparezca una aspiradora en un rincón de la casa. Triste. Abandonada. La aspiradora, digo. Y la casa, seamos sinceros, un poco también". El nido dejado. Ay. "Antes era la viva expresión de la elegancia, ahora nos parece todo un poco cursi. Si se publicitara en Idealista tendría que hacerlo con el aviso de que necesita reforma. No es más que una casa grande en la que se paró el tiempo hace demasiados años". Otra bofetada.
¿Otro calificativo? "Fúnebre". Se refiere a la ambientación musical, "hay momentos que parece que estamos asistiendo a una misa funeral". Una con personajes irrelevantes, anodinos: "Los amigos que nos presenta son anodinos. Inodoros. Incoloros. De esos que pronuncian el adjetivo "ideal" con recogimiento. Solo puedo entender que aparezcan porque no cobran. Mal. Deberían haberse estirado y colocar unos cuantos nombres rimbombantes". Ni siquiera lo arreglan las hijas, "Tamara Falcó y Ana Boyer tampoco suman. Esas combinaciones ya las hemos visto y en este no aportan absolutamente nada. No se sostienen". Y pone sobre la mesa lo que realmente seríalo más interesante de verla en pantalla: "Me gustaría, por ejemplo, asistir a una conversación suya con Boris Izaguirre. Que se sincere y le cuente por qué le sentó tal mal el artículo que escribió en El País sobre Tamara y sus veleidades catecumenales en México (para mí, acertadísimo, por cierto)". Eso es hacer televisión en 2023. No esto. "Sinceramente, no estoy dispuesto a tragarme más raciones de Isabel Preysler de toda la vida". Tiene razón, es un horror.