La vida de Isabel Preysler siempre ha estado marcada por el lujo, el glamour y los romances. Pero detrás de su impecable imagen de "reina de corazones", se esconde una mujer astuta que ha sabido capitalizar cada aspecto de su vida personal y profesional. ¿El resultado? Una fortuna que le permite vivir con comodidad, y que, según fuentes cercanas, nunca baja de un millón de euros al año. Sin embargo, lo que ha generado más controversia es el elevado precio que le "cobraba" a Mario Vargas Llosa durante su relación.

Un imperio forjado a base de publicidad y exclusivas

Desde sus inicios en los medios, Isabel Preysler entendió que su imagen era su mayor activo. Con el tiempo, se ha convertido en la cara de marcas de lujo y productos exclusivos, generando millones a lo largo de las décadas. Según el portal ‘Vanitatis’, incluso en sus "años malos", Isabel no gana menos de un millón de euros. Su nombre está asociado a importantes firmas como Porcelanosa, El Corte Inglés y Ferrero Rocher, entre muchas otras.

Ahora bien, el secreto de su éxito ha sido venderse a sí misma como un producto: su elegancia, su sofisticación y, claro, sus romances. Cada movimiento de la socialité ha sido cuidadosamente planeado para mantener su posición en la élite mediática. Las exclusivas con revistas del corazón no solo le han permitido mantenerse relevante, sino que también le han generado jugosas ganancias. No es de extrañar que empresas paguen fortunas para que Isabel sea su embajadora; saben que con ella, el éxito está asegurado.

Mario Vargas Llosa: el escritor que pagaba caro por el amor de la Preysler

Pero si algo ha causado revuelo en los últimos tiempos es el dinero que Mario Vargas Llosa, el famoso escritor y ex novio de Isabel, desembolsaba mensualmente durante su relación. ¡Nada más y nada menos que 80.000 euros al mes! Tal y como explicó Paloma Barrientos, citando al conocido periodista Federico Jiménez Losantos, Vargas Llosa no escatimaba en gastos cuando se trataba de mantener el elevado estilo de vida que ambos compartían.

“Mario Vargas Llosa daba mucho dinero, y además es algo normal para mantener esa casa. Según contaba Federico, podía ser de alrededor de 80.000 euros al mes”, señaló. ¿Estaba Isabel Preysler aprovechando la generosidad de su entonces pareja? Para muchos, este dato no sorprende, ya que Isabel ha demostrado ser una mujer astuta en lo que respecta a sus finanzas, siempre asegurándose de estar bien respaldada por los hombres que han pasado por su vida.

Con el fin de su relación con Vargas Llosa, muchos se preguntan si Isabel mantendrá el mismo nivel de vida que ha disfrutado hasta ahora. Sin embargo, si hay algo que ha quedado claro es que Isabel Preysler sabe perfectamente cómo manejar sus finanzas y rentabilizar cada aspecto de su vida, desde sus relaciones hasta sus apariciones públicas. Con una capacidad única para generar titulares y atraer a las marcas más exclusivas, es poco probable que su fortuna decaiga.