De la felicidad al llanto en menos de 24 horas. El pasado jueves Tamara Falcó anunció públicamente su compromiso. En ‘El Hormiguero’ confirmó la fecha y el lugar de la celebración de su enlace matrimonial con Íñigo Onieva. Sin embargo, el viernes se filtró un vídeo en el que se podía ver al empresario en una fiesta en compañía de una joven modelo, e incluso se les vio besándose. En ese momento, la hija de Isabel Preysler borró su romántica publicación de Instagram.
En un primer momento Íñigo Onieva desmintió que hubiese sido infiel a su futura mujer. Él argumentó que este vídeo era de años atrás, sin embargo pronto se descubrió que pertenecía a su viaje en solitario a Estados Unidos hace poco más de dos semanas.
El pasado viernes concedió estas declaraciones. “Quiero a Tamara con locura y nos vamos a casar pese a quien le pese”, dijo contundente con la esperanza de zanjar la crisis. Y lamentó que “siempre se están sacando cosas inventadas y hay gente que quiere destrozar la relación”. Tan solo unas hora después admitía la infidelidad.
Íñigo Onieva admite la infidelidad a Tamara Falcó
“En los vídeos difundidos aparezco en una actitud inaceptable, de la cual estoy absolutamente arrepentido y destrozado por ello. Pido disculpas por no haber sido honesto y pido perdón a Tamara y a su familia públicamente”, enuncian los primeros párrafos de este escrito.
En el comunicado, Íñigo Onieva considera a Tamara “la mujer de su vida” y le duele enormemente haberle hecho daño. “Para evitar mayores perjuicios a Tamara y a nuestras familias, pido que no se continúe difundiendo imágenes que puedan afectar a nuestro derecho a la intimidad, y que se abstengan de publicar informaciones que están afectando nuestra privacidad”, finaliza el comunicado.
Y es que Isabel Preysler ya no lo ve como el yerno perfecto. Si le ha engañado una vez, ¿cuántas veces puede haberla engañado durante estos años? Eso es lo que piensa la dueña de Villa Meona, lugar donde Tamara Falcó ha buscado ese calor. Rota de dolor y sin poder parar de llorar, la marquesa de Griñón hizo las maletas y se fue a casa de su madre.
Íñigo Onieva ha llamado en varias ocasiones a Tamara Falcó para hablar con ella, sin embargo no se le ha cogido el teléfono. Ha sido Isabel Preysler quien ha hablado con él y le ha cantado las cuarenta. Le pide al empresario que se aparte de la vida de su hija y no le haga más daño. La pareja de Mario Vargas Llosa ya ha pasado por ello y no quiere que su hija viva lo mismo.
“No sale de la biblioteca, lleva todo el día llorando. No para de llamarla pero ella no responde al teléfono”, afirman en ‘Ya es verano’.