Isabel Preysler, considerada durante décadas la reina de la elegancia y el glamour en España, vuelve a captar la atención de los medios. Esta vez, el foco no está en sus controvertidas relaciones amorosas, sino en una impactante revelación sobre las cirugías que han transformado su rostro. A sus 73 años, la socialité de origen filipino ha optado por la colocación de dos prótesis en los pómulos, lo que, según expertos, ha modificado por completo su expresión facial, alejándola de esa naturalidad que la hizo famosa.
Se estima que Isabel ha desembolsado cerca de 90.000 euros en intervenciones quirúrgicas y tratamientos estéticos. Entre los procedimientos más llamativos destacan dos liftings faciales, un lifting cervical, una bichectomía y, por supuesto, las controvertidas prótesis malares. Estas prótesis, diseñadas a medida, prometen resaltar los pómulos, mejorar el contorno facial y rejuvenecer la apariencia, pero en el caso de Isabel, parecen haberle otorgado un look artificial que no convence a todos.
Las prótesis malares: ¿retoque milagroso o exceso quirúrgico?
Las prótesis de pómulos, fabricadas con materiales biocompatibles como el PEEK, buscan corregir asimetrías y devolver el volumen perdido con la edad. Aunque son un recurso común en el mundo de la cirugía estética, su efecto en el rostro de Isabel Preysler ha generado controversia. Lejos de un resultado armonioso, los críticos aseguran que sus facciones ahora se ven exageradamente marcadas, lo que ha llevado a cuestionar si los resultados realmente cumplen con los objetivos buscados en este tipo de procedimientos.
Además, las prótesis no son el único "secreto" detrás de su apariencia. Isabel también ha recurrido a infiltraciones de bótox, blanqueamiento dental valorado en 11.000 euros, y una blefaroplastia para corregir el exceso de piel en los párpados. También se ha hecho rellenos en labios y orejas. Pero el procedimiento que más comentarios negativos ha recibido es, sin duda, sus tres rinoplastias, cuyo coste asciende a 21.000 euros. Y es que, en lugar de lograr una nariz refinada, las cirugías han deformado su perfil, recordando los polémicos retoques de los hermanos Jackson.
Carmen Lomana critica a Isabel Preysler: “¡Qué pena y qué mal operada está!”
Aunque la madre de Tamara Falcó continúa siendo un referente de sofisticación, las redes sociales y otras celebridades, como Carmen Lomana, no han perdonado su nueva apariencia. "¡Qué pena y qué mal operada está! Hay gente que está maravillosamente bien operada y otra que no", dijo Lomana en Mediaset. Asimismo, varios especialistas en estética han señalado que el abuso de estos procedimientos puede deshumanizar las expresiones faciales, algo que muchos dicen notar en las recientes apariciones públicas de Preysler.
Pese a las críticas, Isabel Preysler no se ha pronunciado al respecto. Para algunos, su silencio es una estrategia para mantener su imagen imperturbable; para otros, una aceptación de que el daño ya está hecho. Mientras tanto, sigue mostrando una vida de lujos y aparente perfección, pero su rostro reconstruido cuenta una historia diferente: la lucha de una mujer que se aferra a un ideal de belleza inalcanzable, lo que plantea interrogantes sobre la presión mediática que enfrenta y la búsqueda de aceptación en un mundo donde la estética a menudo prevalece sobre lo natural.