Isabel Preysler tiene 72 años, una edad que no puede esconder porque hace medio siglo que es famosa en España, desde que se casó con Julio Iglesias. Desde entonces no se ha bajado del podio: es la reina del corazón. Ninguna otra famosa le arrebata el cetro. Lo han intentado Paloma Cuevas, o las dos infantas, o Mar Flores. Ninguna se acerca a la elegancia natural de la filipina. Solo su hija Tamara podría cogerle el trono pero queda claro que en eso de escoger marido, la madre está a años luz de la hija, que ha escogido un infiel y zángano, Onieva. Preysler ha sido con los hombres más ricos y famosos del país: Iglesias, Griñón, Boyer y Vargas Llosa. Su buena imagen se debe en parte a cómo lo ha tratado siempre la revista Hola, que por contrato hace photoshop en todas las fotos de la reina Preysler. Pero cuando son actos públicos hay más fotógrafos y se ve el plumero. Acaba de pasar en una boda en Sevilla donde Isabel Preysler era invitada. La foto de Hola es mentira, ni una arruga:
En cambio los fotógrafos de GTRES han retratado a la reina como es ahora, demasiado delgada, demacrada, arrugada y sin su característica piel perfecta. Ninguna crema puede evitar el paso del tiempo en los 72 y la falta de alimentos, demasiado delgada, poca grasa, la piel sufre, Así es de verdad la Preylser:
Así es, con los ojos más achinados por el sol de Sevilla el sábado al mediodía por|para la boda. Su presencia era muy esperada ya que a la boda de unos amigos, Sol Medina Orleans de Braganza, es la última antes de la de su hija Tamara el mes que viene. Y la reina da pistas de cómo irá: rosa palo y manga larga. Muy elegante, sin ningún novio pero con la cara que le corresponde. Muy elegante. Hola se inventa la vida. La Preysler es como todo el mundo. Envejece. De hecho La Inteligencia Artifical ya prevé cómo será envejecida a los 90 años. Es frecuente en su rostro el uso de ácido hialurónico y bótox. Pero también cuida su cuerpo con el ayuno intermitente, millones de cremas carísimas y mucho photoshop. No se publica ninguna fotografía de la de Porcelanosa hasta que ella les da el visto bueno. Pero si hay una cosa contra la cual no puede luchar Isabel Preysler es con la Inteligencia Artificial. La tecnología ha invadido el planeta. Es lo que sucede con la famosa aplicación Face App que ha utilizado en alguna ocasión todo ser humano, incluso los famosos. Isabel Preysler nunca se ha atrevido a introducir una fotografía en esta aplicación, al menos no para ver cómo sería con 90 años.
Isabel Preysler a los 90, Face App
A pesar de sus operaciones estéticas, el cuello presenta demasiada piel. Y toda la parte de la boca está bastante arrugada. Así será la Preysler dentro de 18 años. Ni Hola podrá salvarla.