Isabel Preysler era una de las ‘socialités’ más importantes de España. Protagonizaba todas las portadas con sus amoríos, y siempre ha tenido una excelente relación con la revista ‘Hola’, la mayoría de sus reportajes eran pactados y a cambio les facilitaba toda la información. La filipina mantuvo relaciones con los hombres más influyentes del mundo, y con todos ellos, menos con el último, formó una familia. Julio Iglesias, Carlos Falcó o Miguel Boyer. Los últimos ocho años mantuvo una relación con Mario Vargas Llosa, pero la relación acabó peor que mal.

‘El Cierre Digital’ ha analizado su pérdida de poder en los últimos años. Isabel Preysler ingresaba miles de euros por un solo reportaje. Era la estrella más demandada. Cobraba cerca de 10.000 euros por asistir a un desfile de moda. Pero ahora ni tan siquiera aparece, no es ningún reclamo, le ha robado su sitio su hija, Tamara Falcó. Isabel reapareció en el desfile del 50º aniversario del diseñador Pedro del Hierro.

Isabel Preysler
Isabel Preysler

Isabel Preylser pierde popularidad con la aparición de Tamara Falcó 

"La imagen de Isabel Preysler ha reducido su valor con el paso del tiempo. Ya no es tan atractiva para las firmas. Es por ello que Enrique Iglesias estaría sufragando los gastos de la casa de su madre", aseguran fuentes de su entorno a ‘El Cierre Digital’, ya que sino tendría serios problemas económicos.

De hecho, el pasado mes de abril, los medios de comunicación se hicieron eco de que Isabel Preysler y Ana Boyer abandonaban la gestión de la empresa ‘My Cream’, una empresa de cosmética que fundó la madre de Tamara Falcó hace una década. Tal y como ha podido constatar elcierredigital.com, "la firma de cremas de Isabel Preysler ya no suscita tanto interés. Se ha convertido en un fracaso”.

Disney+ dio una oportunidad a la ex de Mario Vargas Llosa sin éxito. Su documental navideño no interesó a nadie, más allá de hacer unas mofas en las redes sociales. Antes también era la embajadora de Porcelanosa, pero ahora mismo ese lugar lo ocupa Tamara Falcó. Su imagen ha perdido valor en el mercado publicitario.

Isabel Preysler
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