La separación entre el laureado escritor Mario Vargas Llosa y la socialité Isabel Preysler ha provocado una ola de relecturas y análisis de las obras del ganador del Nobel, revelando facetas íntimas y sorprendentes de su vida. En este contexto, el relato autobiográfico "Los vientos", publicado en el suplemento 'Abril' de 'El Periódico de España', ofrece una mirada sincera y cruda sobre su vida sexual con Preysler.

La literatura de Mario Vargas Llosa siempre ha tenido un componente autobiográfico, y "Los vientos" no es la excepción. En este relato, Vargas Llosa aborda la decadencia de su virilidad con una honestidad brutal, reconociendo la necesidad de "ayuda química" para mantener relaciones sexuales. El protagonista del texto hace referencia explícita a su vida sexual de los últimos diez años, periodo que coincide con su tiempo junto a Isabel. Esta revelación no solo expone su vulnerabilidad, sino que también rompe tabúes sobre la sexualidad en la tercera edad.

La autobiografía sexual de Mario Vargas Llosa

El escritor inicia el relato con una reflexión irónica sobre su "pichula", una palabra que rara vez se usa en España, y continúa describiendo su frustración con la impotencia que ha experimentado en los últimos diez años. “Fue un enamoramiento de la pichula, no del corazón. De esa pichula que ahora ya no me sirve para nada, salvo para hacer pipí. ¿Por qué sigo diciendo 'pichula', algo que no dice nadie en España?”, empieza diciendo el Vargas Llosa.

“Tampoco imaginamos nunca que fuera tan común que las gentes llegaran a vivir cien años, y, sin embargo, ahí estamos un buen número de bípedos para demostrar que no era inalcanzable. Y, sobre todo, que hombres y mujeres pudiéramos durar tanto conservando la lucidez y disfrutando de la vida, incluido el sexo. No hablo por mí, claro, pero mucha gente que debe de tener mi edad, más o menos, disfruta todavía haciendo el amor, aunque yo no forme parte de ella (La última vez que hice el amor sin ayuda química fue hace unos diez años, creo, o por ahí, me parece)”, agregó.

Los desafíos de la sexualidad en la tercera edad

Este análisis sincero sobre la disminución de la virilidad en la vejez trasciende una simple confesión personal, convirtiéndose en una reflexión sobre la biología humana y la realidad de muchos ancianos. Vargas Llosa se muestra de manera crítica, indicando que su órgano viril ha quedado reducido a una función meramente excretora. Implícitamente, también señala que Isabel Preysler enfrentaba dificultades similares en su vida sexual. Vargas Llosa no proporciona detalles explícitos sobre las dificultades de Preysler, pero deja entrever que ambos compartían una insatisfacción común.

La ruptura con Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en 2022 fue una sorpresa para muchos. La pareja parecía estar destinada a permanecer junta, pero diferencias irreconciliables los llevaron a terminar su relación de ocho años. Desde octubre de ese año, comenzaron a surgir tensiones y discusiones, culminando en la decisión de vivir separados. Vargas Llosa se trasladó a su piso en el centro de Madrid, marcando el final de su convivencia.