La mente de Isabel Preysler se llenó de recuerdos el día de la boda de su hija Tamara Falcó, celebrada el pasado mes de julio. Una ceremonia multitudinaria que inevitablemente transportó a la famosa socialité a su propio enlace con el icónico Julio Iglesias. Esa boda, marcó un antes y un después en la vida de Preysler. Aquel enlace es, en buena parte, lo que la ha llevado a ser quien es hoy en día. La pareja se dio el "sí" en Toledo el 20 de enero de 1971, cuando ella tenía 19 años y él, 26. De esta unión nacieron tres hijos: Chábeli, Julio José y Enrique

Lo que sorprendió a muchos en aquel momento fue lo rápido que decidieron casarse, ya que su relación no tenía mucho tiempo cuando dieron el gran paso. Apenas habían estado juntos durante siete meses. Y lo que resultó aún más asombroso fue el nacimiento de Chábeli poco después de la boda. Las fechas simplemente no cuadraban, y en diversos círculos y medios comenzaron las especulaciones sobre la posibilidad de que Isabel ya estuviera embarazada cuando se casó. En esa época, un escándalo de tal magnitud era una bomba de relojería. 

Chábeli TVE

Isabel Preysler mintió sobre el nacimiento de Chábeli 

Tanto Isabel como Julio negaron rotundamente estas insinuaciones en todo momento. Afirmaron que Chábeli había nacido el 3 de septiembre de 1971 y que era un bebé prematuro, lo cual justificaría que se hubiera quedado embarazada poco después de la boda. Pero muy pocos creyeron esta versión, y quienes alzaron dudas tenían razón, ya que con el tiempo se ha sabido que Isabel Preysler sí estaba embarazada cuando se casó. Fue Tamara Falcó quien metió la pata.  

Tamara, por error, dejó escapar la verdad al mencionar que su hermana había nacido en agosto, lo que confirmaba que su madre había mentido en cuanto a las fechas. La única explicación lógica era que Isabel ya estaba embarazada antes del 20 de enero, lo que había sido ocultado durante años. 

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Tamara Falcó busca su primer hijo con Íñigo Onieva 

Dicen que las historias se repiten. Y algunos especularon con que Tamara podría haberse casado embarazada, pero que lo estaba escondiendo debido a sus creencias religiosas. El paso de los meses ha dejado claro que fue fiel a su catolicismo.  

En la actualidad se conoce que la marquesa está siguiendo un tratamiento de fertilidad para ser madre junto a Íñigo Onieva. Aunque a día de hoy, que se sepa, todavía no ha dado sus frutos. Lo seguirá intentando.