Isabel Preysler, la indiscutible reina del papel couché, lleva cinco meses sin dejarse ver en ningún evento público. Una ausencia que ha disparado las especulaciones sobre su situación económica. Según ha dejado entrever El Español, la socialité estaría atravesando un “trance económico”, lo que ha provocado un replanteamiento en su estilo de vida. El periodista Juan Luis Galiacho advierte que la situación financiera de Preysler no es la mejor.

A pesar de que su hijo, Enrique Iglesias, siempre ha sido su mayor apoyo, los costes de mantener su imponente residencia en Puerta de Hierro podrían estar pasando factura. 10.000 euros al mes, como mínimo, es lo que costaría el mantenimiento de su lujoso chalet, una cifra que incluye el personal de servicio y otros gastos. La vida de Isabel siempre ha estado ligada al lujo y al glamour, pero su desaparición de la escena pública ha despertado dudas. ¿Es solo una retirada voluntaria o hay algo más detrás de esta repentina ausencia?

¿Crisis o simple retiro? Isabel sigue contando con ingresos

A pesar de los rumores, Arantxa Pérez, directora de la agencia Influgency, descarta que Isabel esté pasando por problemas económicos serios. Asegura que la socialité tiene patrimonio suficiente para vivir cómodamente de rentas el resto de su vida. Sin embargo, admite que sus ingresos han disminuido en los últimos años, algo que no se debe a una falta de interés del público, sino a una decisión personal.

Preysler ha sabido rentabilizar su imagen durante décadas, siendo imagen de marcas de lujo, firmas de belleza y eventos exclusivos. No obstante, su discreción y el hecho de que “no da qué hablar” han influido en que su presencia en los medios sea menos rentable que la de otras celebridades más polémicas. El gran interrogante es si esta retirada es definitiva o si Isabel volverá a ocupar su lugar en la crónica social. Mientras tanto, su lujosa residencia sigue funcionando a pleno rendimiento, y esos 10.000 euros mensuales en gastos siguen saliendo de su bolsillo.