En los últimos días, la jet set española ha sido sacudida por un nuevo escándalo que involucra a una de sus familias más emblemáticas. Isabel Preysler, conocida como ‘la reina de corazones’, ha tomado cartas en el asunto al solicitar la intervención de sus hijos para que su hija, Tamara Falcó, vea la realidad sobre su matrimonio con Íñigo Onieva. Este llamado de auxilio surge tras una serie de eventos que han puesto en tela de juicio la solidez de la relación entre la marquesa de Griñón y el empresario.

Todo comenzó cuando la revista Diez Minutos publicó en exclusiva unas fotografías de Íñigo Onieva cenando con dos amigas y un amigo, después de haber asistido a la feria ARCO junto a su esposa, Tamara Falcó. Estas imágenes desataron una ola de especulaciones sobre una posible crisis matrimonial. La situación se agravó cuando se descubrió que Isabel Preysler había dejado de seguir a su yerno en redes sociales, lo que muchos interpretaron como una señal de desavenencias familiares. Aunque posteriormente se aclaró que este unfollow fue un descuido de la persona que gestiona las redes sociales de Isabel, el daño ya estaba hecho y los rumores continuaron creciendo.

El pasado infiel de Íñigo Onieva resurge

Ahora bien, no es la primera vez que la fidelidad de Íñigo Onieva es cuestionada. Anteriormente, el empresario fue captado en el festival Burning Man besando a otra mujer mientras mantenía una relación con Tamara Falcó. Aunque en su momento negó los hechos, posteriormente admitió la infidelidad, lo que llevó a una ruptura temporal de la pareja. Sin embargo, Tamara decidió perdonar a Íñigo y retomaron su relación, culminando en matrimonio. Este antecedente ha hecho que las recientes fotografías generen aún más dudas sobre la lealtad de Onieva.

Preocupada por la situación, Isabel Preysler ha decidido intervenir de manera directa. Fuentes cercanas a la familia aseguran que la socialité ha solicitado a sus otros hijos, como Enrique Iglesias y Ana Boyer, que hablen con Tamara para que abra los ojos y vea la verdadera naturaleza de su esposo. Isabel teme que su hija esté cegada por el amor y no perciba las señales de alerta que rodean a Íñigo. Esta intervención familiar busca proteger a Tamara de posibles desilusiones futuras y garantizar su bienestar emocional.

Reacciones en el círculo cercano

La preocupación de Isabel Preysler no es infundada. Alba Carrillo, conocida por sus opiniones directas, ha expresado públicamente sus dudas sobre la fidelidad de Íñigo Onieva. Según Carrillo, Onieva ha mostrado comportamientos cuestionables en el pasado y podría estar repitiendo patrones. “Íñigo Onieva ya cambió la actitud el año que quería casarse, porque él quería ser marqués de Griñón; entonces dijo: ‘Me voy a hacer el bueno’”, comentó Alba. Su opinión sobre Onieva no es muy positiva, y sin ninguna reserva, expresó que “la cabra tira al monte y él monta mucho”.

Con la intervención de Isabel Preysler y la creciente presión mediática, el futuro del matrimonio entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva es incierto. Mientras algunos esperan que la pareja supere esta crisis y fortalezca su relación, otros creen que estos eventos podrían ser el preludio de una separación definitiva. Lo que es claro es que la familia de Isabel Preysler está atravesando uno de sus momentos más turbulentos y que las decisiones que tomen en los próximos días serán cruciales para su futuro.