La relación entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, que parecía ser el romance perfecto en los años dorados, ha dado paso a una de las rupturas más amargas y mediáticas de los últimos años. Ahora, en medio de los serios problemas de salud que enfrenta el escritor peruano, Isabel ha dejado claro que no está dispuesta a mirar atrás ni a interesarse por su bienestar. En los últimos meses, los rumores sobre el delicado estado de salud de Vargas Llosa han cobrado fuerza. A sus casi 89 años, el Premio Nobel de Literatura ha sido visto con notables signos de desgaste físico, desde una preocupante delgadez hasta episodios de desorientación. Fuentes cercanas aseguran que su estado se ha deteriorado significativamente, con dificultades para caminar y un cansancio visible que han encendido las alarmas entre sus seguidores y familiares.

Testigos revelan la vulnerabilidad del Nobel de Literatura

Hace poco, Vargas Llosa fue visto en Madrid acompañado por su hijo Gonzalo. Testigos afirman que el escritor lucía despistado y débil, una imagen que dista mucho de la figura enérgica y brillante que solía ser. “Esta persona está mal, yo no voy a decir qué le pasa a él porque esto lo tiene que decir el personaje. Lo único que puedo decir es que no está bien”, comentó Pilar Vidal en ‘Espejo público’.

Además, su ausencia en eventos importantes, como el Encuentro de la Cultura en la Libertad el pasado mes de octubre, ha acrecentado las especulaciones. Aunque sus hijos han intentado proteger su privacidad, voces cercanas al entorno del Nobel confirman que el escritor atraviesa momentos difíciles. Sin embargo, no todos parecen estar preocupados por su situación. Isabel Preysler, quien compartió ocho años de relación con él, ha decidido mantenerse completamente al margen.

A pesar de los rumores que señalaban que la delicada salud de Vargas Llosa podría acercar nuevamente a la socialité y al escritor, Isabel ha dejado claro que no tiene interés alguno en retomar el contacto. En una entrevista reciente con ‘Semana’, la madre de Tamara Falcó afirmó que no mantiene comunicación ni con su expareja ni con sus hijos, por lo que no está al tanto de la situación de salud de Mario ni le interesa conocerla.

La ruptura con Vargas Llosa: humillaciones que marcaron un antes y un después

La decisión de Isabel no es arbitraria. Según personas de su círculo íntimo, la ruptura con Mario estuvo marcada por humillaciones públicas que dejaron una herida profunda. El detonante más doloroso fue el relato publicado por Vargas Llosa en 2021 en la revista Letras Libres, donde describió su relación con Isabel como un "enamoramiento de la pichula, no del corazón". Estas declaraciones no solo fueron un golpe directo a la socialité, sino que también destrozaron cualquier posibilidad de reconciliación.

Además, la decisión de Vargas Llosa de retomar su relación con su exesposa, Patricia Llosa, solo profundizó el abismo entre ambos. Para Isabel, esta reconciliación fue la confirmación de que el escritor nunca valoró realmente su relación, y eso ha sellado su determinación de no volver a involucrarse en su vida, ni siquiera en estos momentos de fragilidad. Así que, mientras Mario Vargas Llosa enfrenta su etapa más vulnerable, Isabel Preysler parece seguir firme en su postura. La relación que alguna vez fue una alianza entre la élite literaria y social ha terminado convertida en un campo de batalla emocional.