Isabel Preylser es la gran reina del corazón. Ninguna otra famosa (Paloma Cuevas y Esther Doña lo han intentado) ha conseguido desplazarla en 71 años que tiene la ex mujer de Julio Iglesias, Carlos Falcó marqués de Griñón, Miguel Boyer y Mario Vargas Llosa. Ha ido encadenando maridos muy famosos y ricos como aquellas tribus de indígenas que jibarizan cabezas y las atan en un collar. Colecciona VIPS y nunca ha salido salpicada por ningún escándalo. Siempre fina, elegante, educada, delgada, callada, con hijos famosos pero menos que ella. La revista Hola tiene pactado que siempre siempre siempre la enseña con photoshop. Matizando su piel filipina y fina. Ha pasado por el quirófano y como tantas personas ha perdido expresividad. Ahora es una mujer operada que, como Michael Jackson, se ha quedado sin nariz. En el último acto con Mario Vargas Llosa ha tenido la mala suerte que los paparazzis la han pillado de perfil y clic. Este es del resultado, la chata Preysler:
Los famosos no tienen que tener miedo de los paparazzis profesionales. Ahora cada ciudadano es un paparazzi en potencia porque todo el mundo lleva una cámara de fotos al bolsillo: el teléfono móvil. Y todo el mundo puede hacer la foto de un VIP en circunstancias extraordinarias. Eso ya le pasó a la Preysler durante un viaje en AVE cuando un pasajero vio en el asiento lateral a una mujer de 72 años durmiendo tranquilamente. Vestía tejanos y una rebeca. Roncaba ruidosamente como demuestra la boca abierta de la señora en plena siesta. El pasajero se fija mejor: no puede ser, es la reina del glamour Isabel Preysler.
La Sexta mostró la indiscreta foto que alguien les había intentado vender, pero ya era tarde. Se había hecho viral y corría de móvil en móvil. Preysler tiene photoshop por contrato cada vez que aparece y acostumbra a vestir impecable. Pero para viajar en tren no hay que ir de alfombra roja. La pareja de Vargas Llosa escoge cómo vestir para cada ocasión. El glamur para los toros.
Lo peor es que el resto del vagón le hiciera a la Preysler, la madre de Tamara y de Enrique Iglesias, la reina del glam, aquel ruido con la boca para parar a alguien que ronca "quec.quec.quec". Ronca porque se ha operado la nariz 35 veces y ya no puede ni sonarse.
El antes y el después de Isabel Preysler
Es sabido que el cirujano plástico ha tenido mucho que ver en su apariencia y su nariz actual no tiene nada que ver con la original, tal como se puede ver en la siguiente imagen.
No obstante, también es cierto que otras, por mucho que hayan pasado por la sala de operaciones, no lucen el aspecto tan espectacular que ostenta el ex de Julio Iglesias. Quien tuvo retuvo.