Su cara es una de las más conocidas, recurrentes y a veces molestas de T5: a Isabel Rábago la encontramos por toda la parrilla. Sabe de todo: de derecho, de política, de corazón, de realities... moja pan en todos los temas con una particularidad: le confiere un tufo facha que tumba de espaldas. No es de extrañar: durante un año compaginó su actividad habitual en Can Vasile con la de directora de comunicación del PP de Madrid. Rábago es de ideas fijas y convicciones pétreas, aunque no todo en su vida es así. De hecho, ha cambiado mucho. Qué decimos, cambiar. En su caso podemos hablar de una mutación en toda regla. A sus 45 años, ha pasado a menudo por la consulta del cirujano estético. El último retoque, en los labios, inyectándose ácido para rejuvenecerlos y sacarse de encima el conocido como código de barras.
Rábago vive bastante obsesionada con el paso del tiempo y su imagen exterior. Y ha sido así desde bien jovencita, cuanto antes de ser periodista se presentaba a concursos de belleza como Miss Cantabria. Cualquier semejanza con la realidad actual es pura coincidencia. Eso sí que es transformarse, y no lo que ha hecho Leticia Sabater. Más tarde vendría su entrada en Mediaset, haciendo doblete: como tertuliana y concursante de 'Supervivientes', hasta llegar a la actualidad, donde la podemos ver en 'Ya se mediodía' o en el 'Viva la Vida' de los fines de semana.
Llegará un día en el que le tendrán que colocar un cartelito en la blusa o el jersey con su nombre. Si no, no la reconocerá ni el más veterano de la cadena.