Uno de los Premios Ondas más merecidos de los que se entregaron justo hoy hace siete días en el Liceo fue el del mejor podcast para La Ruina de Tomàs Fuentes e Ignasi Taltavull, que a la hora de recoger el galardón de manos de Miguel Maldonado ofrecieron un momento hilarante al público asistente en la gala:
Hace tiempo que desde En Blau les recomendamos este podcast que tiene como base una propuesta sencilla, pero tremendamente eficaz: una mesa, tres sillas, los dos presentadores y diferentes invitados VIPS y espectadores anónimos, hablando en torno a experiencias personales ruinosas, anécdotas de aquellas de tierra trágame, situaciones peculiares, incómodas o de vergüenza ajena vividas en la propia piel. Y con mucho cachondeo. Por su escenario han pasado diferentes personas, como un impagable Marc Giró, cuando confesó que un día se tiró un pedo en el ascensor de un hotel, estando él solo en el cubículo, y justo al abrirse las puertas, ¿quién apareció? ¿Quién entró en aquel ascensor donde segundos antes el presentador catalán se había tirado una ventosidad? La reina Letizia. Maravilloso. O el trauma que tiene Berto Romero con el miembro de un artista, Tigerman, que en una fiesta "Se sacó la churra y los huevos y los sometió a toda clase de pruebas que yo ni siquiera podía concebir. Rompió una botella con un martillo y se pasó la polla por los cristales rotos. El tío se colgó una argolla, de la argolla colgaba un gancho y un cubo con agua, y el tío levantando p'arriba y p'abajo. O encender una vela e ir poniéndose cera por ahí encima. Creo recordar que incluso tensó un arco con la polla y disparó una flecha... Creo que no se premiaba la precisión".
A menudo, los invitados son gente que tienen una buena relación de amistad con los conductores del podcast. Como el caso del último invitado. ¿Quién? El genial Isma Juárez, conocido por el público catalán por ser el reportero en Madrid en el APM?, en la sección 'Ciutat Juárez', y ahora en el programa del Wyoming en La Sexta, El intermedio. Un Isma que conoció a Taltavull cuando entró a hacer de becario en el Polònia y Taltavull era guionista del Crackòvia, cuando los dos programas de la productora Minoria absoluta de Toni Soler coincidían en la parrilla de TV3.
Juárez no ha defraudado. Y eso que es la cuarta vez que va al programa. Pero tiene ruinas para dar y tomar. Precisamente, ha explicado qué le pasó la noche antes de debutar en el Polònia como becario. Una compañera de piso italiana con la que vivía, que estaban de Erasmus, le dijo de ir a tomar alguna cosa a un bar del Raval. Él no se quería liar ni nada, pero decidió salir, "pero no me pienso ni emborrachar ni hacer absolutamente nada de lo que acostumbro a hacer"... No hizo falta... A la cita había gente de muchas nacionalidades... y un médico. ¿Qué pasó en el local? Que justo al levantarse para marcharse, le falló la pierna y cayó encima de una mesa, tirándolo todo por el suelo, todo lleno de cristales esparcidos. Un drama. Pero más, su pierna: "Cuando me intenté poner de pie me di cuenta que de la rodilla hacia abajo yo no podía mover la pierna. Se había quedado cancelada, como Íñigo Errejón":
La ruina de Isma continúa, momento que se puede ver en YouTube, y lo que pasó a continuación no tiene desperdicio. Primero, porque tuvo que ir caminando como pudo hasta coger un taxi: "Yo fui haciendo como un cambio de guardia desde el Raval hasta la Plaza Universitat" para coger un taxi que lo llevara al Hospital Clínico.
Y una vez en el Clínico... sigue el relato magistral de Juárez de qué pasó. Lo pasaron a una sala de "prioridad", con otros enfermos que no estaban demasiado bien. "Una sala llena de gente con muy mala cara, todos con batas... Me dice la enfermera: 'Ahora te traigo una bata. Mientras tanto, ve quitándote la ropa, ve desnudándote'"... Y dicho y hecho. Isma, obediente, hizo lo que le dijo... "El resto de personas me ponían mala cara, miradas inquisitivas"... Y es que se lo quitó todo, calzoncillos incluidos. En pelota picada allí ante el resto de pacientes de la sala, con la pierna colgando, la mala. Hasta que llegó la enfermera y le dijo "No hacía falta que te quitaras los calzoncillos". Y él: "Estaba completamente desnudo en la sala aquella. Yo nunca había sido embatado. Yo en las películas siempre sale gente con bata y se le ve el culo. Yo pensaba: 'Esto es que es así, no voy a cuestionar nada'".
¿Conclusión final, brillante, de Juárez?: "A mí lo que me parecía raro era que me hicieran quitar la camiseta, porque yo lo que tenía mal era la pierna. Yo, los calzoncillos, pensé 'Habrá un nervio por ahí...'". Remata Fuentes: "'Es que a veces no distingo cuál es la pierna y cuál es...'". Sensacional. Aquí tienen todo el relato:
Isma Juárez y La ruina, maravillosos.