La actriz y cantante catalana Itziar Castro tiene 44 años. La mayoría de ellos se los ha pasado superando obstáculos y luchando contra el acoso. Lo tiene todo: mujer, homosexual, grandes medidas, comprometida contra las injusticias... Durante toda su vida los abusadores han pensado que tenían enfrente a una víctima fácil, una diana sobre la que vomitar sus complejos, odio y prejuicios. El problema de esta banda es que no tenían ni tienen la más mínima idea de la fortaleza, valentía y contundencia de Itziar. Unas cualidades que, añadidas a su talento artístico, la han convertido en infranqueable. Ahora bien: que no se haya encogido nunca y que no tenga ninguna intención de hacerlo, no le ha ahorrado centenares de situaciones desagradables y mezquinas. Que su sonrisa no nos engañe: las ha pasado canutas y tiene el alma llena de cicatrices.
Un calvario que empezó a sufrir de forma cruel y sádica de bien pequeña. Nos lo explica en un hilo de Twitter imprescindible por muchas razones: por la brutalidad, por la ternura y por su firmeza que emana de cada tuit. Empieza así: "Me insultaban por ser diferente, me pegaban, me increpaban, me hacían bullying, me decían que no merecía ser feliz, que no podría conseguir mis sueños". Un mensaje demoledor que acompaña a unas instantáneas absolutamente maravillosas: ella, en el césped del Camp Nou y con uniforme del F.C.Barcelona, inmensamente feliz junto a sus ídolos.
Estas imágenes de 1984 condensan perfectamente la ilusión de una criatura de 7 años que está cumpliendo uno de sus sueños: despedir al gran Quini en el estadio culé. Sueños, sin embargo, que al abandonar el terreno de juego se convertían en una pesadilla por el 'bullying'. "Yo era feliz jugando a fútbol, siendo una cabra montesa trepando por la montaña, haciendo todos los deportas que podía, tenis, judo, atletismo, hockey, natación, cross, esgrima, equitación... y vistiéndome del F.C.Barcelona. Sí, una marimacho. Lo mejor de todo es que ser así hizo que pudiera estar en la foto oficial de la familia Quini en su despedida. Un momentazo de mi vida que también sirvió de burla, y todo por envidia". Hace casi 40 años de estas escenas, pero lamentablemente no podemos decir que la sociedad haya cambiado demasiado.
El acoso al diferente está más vivo que nunca, incluso llegando al escenario más trágico y criminal: la agresión y el asesinato. Castro envía un potente mensaje a todos aquellos que conviven con la discriminación por el motivo que sea: condición sexual, raza, procedencia, medidas, gustos o creencias. Da igual. A todos ellos, la autora del libro "Con el Corazón por delante" les dice esto: "No estáis solos, ser diferente es lo NATURAL y nadie puede quitaros las ganas de vivir. Y sobretodo nadie debería morir porque los que no aceptan la diferencia quieran hacernos a todos iguales. Por eso seas como seas eres ÚNICO y MARAVILLOSO".
Maravillosa es Itziar, sin ningún tipo de dudas. En la pantalla, sobre un escenario, en un programa de televisión o tomando un café en un bar. Siempre en su equipo, sea cuál sea. Con ella ganaremos o perderemos, sí, pero siempre con la cabeza bien alta y la conciencia muy tranquila.