Hay una comedia de médicos de 1982 que aquí se llamó Los locos del bisturí. Las nuevas generaciones no la han visto y quizás entenderán mejor el referente de la guerra de las galaxias y uno de sus capítulos: El ataque de los clones. Todas las personas operadas tienden a parecerse, La última muestra es Ivonne Reyes. Qué les está pasando a las caras famosas que en invierno aprovechan para enriquecer a los cirujanos plásticos para lucir, entre comillas, los nuevos pómulos, morros y tabiques nasales. Reyes es exazafata de El precio justo, expresentadora de El gran juego de la oca o expareja de Pepe Navarro. La venezolana ya es ex-Ivonne Reyes. Parece otra persona. Véanla hace unos años y ahora que ha decidido regalarse para sus 50 la cara de Teresa Berengueras.

GTRES

¿Qué se ha hecho exactamente? Tiene el detalle de no decir que es la gripe, como hizo Lydia Bosch, sino que se ha pinchado un coktail de vitaminas y carboxiterapia (infiltraciones para tensar la piel). Dice que "las vitaminas te las pinchan en la cara y en el cuello y no te deja moratones, pero es verdad que te hincha". Le agradecemos la aclaración sin embargo, ¿qué ve en el espejo? Es ella quien se asusta por la mañana cuando medio dormida se encuentra a otra persona en el wc. Ella lo atribuye a que los pinchazos en la cara son demasiado recientes, y no habla de bisturí sino de agujas. En pocos días estamos viviendo una locura de cirujanos plásticos forrándose. Un rápido repaso del muestrario de caras nuevas. Para facilitar la comprensión indicamos el nombre de la persona operada debajo de cada imagen:

Reina Sofia-GTRES

Lydia Bosch-GTRES

Reina Letícia-GTRES

Mila Ximénez-Telecinco

Pamela Anderson-EFE

Estas dos caras excesivas son de Paloma San Basilio y Jorge Javier Vázquez. Es como el capítulo 100 de Nip/tuck. Así explica Jorge en Lecturas la hilarante conversación con su madre, la Mari de Badalona: “Jorge, no te pongas más labio”. “No, Mama –así, sin tilde– no me pongo labio. Lo que pasa es que me lo hidratan cuando me hago el plasma en la cara”. “Ya, pero tú no te pongas más”. “Ya te he dicho que no me pongo”. “Tú no te pongas más no vaya a ser que se te ponga una boca muy exagerada”. Me callo. Al rato: “¿Te pones bótox en la frente?”. “No, hace años que ya no me pongo”. “Es que te dejaban fatal, la cara deformada, sin expresión”. “Bueno, era lo que se llevaba”. . El sentido del humor no se opera. Chapeau, Jorge.