Jack Nicholson no es un actor, no es una estrella, es un mito. Esta semana hará 86 años, una edad que lo sitúa entre los supervivientes de una etapa dorada del cine. Pero como otros actores mayores como Gene Hackman o Michael Caine, vive apartado de las pantallas. Ya hace lustros que Nicholson no hace películas y es porque sufre un tipo de Alzheimer. La última aparición fue en una comedia menor, How do you know? (¿Cómo sabes si..?) de Reese Witherspoon. Un filme menor para despedirse después de 3 Oscar míticos con Alguien voló sobre el nido del cuco, Mejor imposible y La fuerza del cariño. El afecto que recibe de sus amigos, que viven preocupados pprque el actor muera solo. Los paparazzis lo han fotografiado en el balcón de casa en sus primeras imágenes desde hace años:
Su enfermedad se conoció el año 2014, cuando el medio National Enquirer informó de que el actor no salía de casa, luchando en secreto contra el Alzhéimer. Nunca recibía visitas y había renunciado a hacer películas porque "temía olvidarse del guion". Toda su filmografía es una obra de arte popular, él solo justifica pagar la entrada. Empalma blockbusters, grandes éxitos y papeles memorables, siempre al límite de la verosimilitud, pasado de vueltas pero sin pasarse, exagerado, airado, volcánico, un titán. Escenas que han pasado a la Historia del Cine son suyas: el interrogatorio de Algunos hombres buenos ("¿Ordenó usted el código rojo?"), el hacha del loco en El resplandor, el Joker del primer Batman, el mafioso de El honor de los Prizzi, el amante sobre la mesa enharinada de El cartero siempre llama dos vecs, hombre lobo en Lobo o un presidente ido en Mars attacks. Todo son hits.
El año 2017 ya fue noticia ppor aparecer con un aspecto poco arreglado en un partido de Los Ángeles Lakers. Era una estrella siempre en primera fila de los Oscars y de la NBA. Lo echamos mucho de menos
El pesado nuevo aspecto de Jack Nicholson
Los cambios físicos entre las estrellas de Hollywood son habituales y no siempre por una cuestión de exigencias del guion. Este es el caso de Jack Nicholson, uno de los actores mejor valorados de todos los tiempos (12 nominacoones en los Oscar), gracias al gran abanico de registros durante su dilatada carrera. Alejado de los rodajes prefiere pasar el tiempo libre viendo partidos de la NBA. Considerado uno de los fans más ilustres de los Lakers, Nicholson se dejaba ver en el Staples Center de Los Ángeles con un aspecto diferente de lo que nos tenía acostumbrados los últimos años. Algunos de sus fans mostraban su inquietud y preocupación al respecto.
Más allá del partido, muchas miradas se centraron en el actor que se le pudo ver acompañado para|por su hijo Ray, el boxeador y campeón mundial Floyd Maywearher y muchos kilos extra. Las imágenes de Nicholson con una camisa azul desabotonada y comiendo a pie de pista hacían la vuelta al mundo y era prácticamente inevitable compararlas con las de tiempos pasados.
A pesar del sobrepeso y su aspecto desmejorado, el intérprete era el mar de feliz en su asiento VIP de los Lakers, donde no perdía la sonrisa meliflua que lo ha acompañado todos estos años. Ya sufría de Alzheimer y ahora vive recluido en casa, sale al balcón y a los cinéfilos se les encoge el corazón de melancolía. Ya no podrán esperar la última película del grandioso Jack.