Jaime del Burgo ha vuelto. La peor de las pesadillas de la Corona ha decidido recuperar protagonismo en la vida pública. Es el hombre más buscado de España, el amante de la reina Letizia que ha reconocido haber mantenido durante dos años una relación extramatrimonial con la mujer de Felipe VI, cuando Leonor y Sofía tenían 3 y 5 años. Aquella vieja historia de amor y pasión engañando al jefe del Estado ha tenido muchas consecuencias: la prensa silenciándolo, Peñafiel despedido, Letizia arrinconada, el jefe de Casa Real Jaime Alfonsín fulminado y Jaime del Burgo sospechosamente apartado desde el 4 de marzo. El cuñado de los reyes amenazaba la estabilidad de la Corona día tras día, a cada tuit, a cada post de Instagram, revelando todo tipo de conversaciones, información confidencial y secretos del rey que hundían la imagen de la Corona. Lo más grave que Del Burgo reveló no es que Felipe es un cornudo sino que Felipe cree que puede hacer negocios y enriquecerse como rey porque la Constitución no se lo prohíbe expresamente. Gravísimo. Con este panorama el 4 de marzo del Burgo desapareció, hizo eliminar su cuenta de Instagram para siempre y borró todos los mensajes de twitter pero con un matiz: no eliminó la cuenta de twitter, su única vía de comunicación con 35 mil seguidores fijos más los millones que pueden leerlo sin ser seguidores. Este extremo, que no borrara la cuenta de twitter, hacía sospechar que podía volver en cualquier momento, que el amante de la reina se reservaba la opción de reaparecer. Y acaba de pasar. 24 días después Del Burgo ha vuelto a twitter con un tuit, mensaje y foto. Los ha colgado a las once menos cuarto de la noche del martes 26 de marzo desde Londres, donde reside con su mujer y su hija:
Del Burgo juega con Letizia, reinicia su relación "epistolar" con la reina empezando por el comienzo: poniéndose un avatar, la foto de perfil de twitter. Se limita a escribir Nueva foto de perfil y allí donde había un agujero negro, su foto borrada, cuelga una imagen nueva, con un Jaime del Burgo sonriente, con las gafas de miope encima de la calva, el poco pelo lateral dejado largo y la camisa medio desabrochada. Una foto donde aparece mucho más rejuvenecido que las últimas que había colgado en Instagram. Tiene todo el aspecto de ser una foto antigua de este empresario navarro de 54 años que ha sufrido infartos pulmonares y a quienes algunos atribuyen problemas de salud que explicarían estas desapariciones repentinas y reapariciones sorpresa. Su retorno implica que Zarzuela solo consiguió una cosa de él: que borrara todo lo que había dicho, y que desapareciera tres semanas. Del Burgo ha cumplido su parte del pacto. Ya no queda nada de sus confesiones, aunque están detalladas una por una en la hemeroteca de EN Blau que todo el Planeta puede consultar. Letizia vuelve a mirar detrás de las puertas.
Todo vuelve a empezar, Jaime del Burgo recupera la actividad en las redes sociales y de momento enseña la patita: ya tiene cara nueva en twitter, sonriente, llena de salud y con ganas de juerga. Zarzuela no ha destruido a Jame del Burgo, solo lo ha adiestrado. Le han permitido mantener un canal de comunicación entre su ego y la opinión pública mundial con una novedad importante: ahora todo el mundo puede comentar su twitter. Hasta ahora prohibía que los tuiteros colgaran comentarios a lo que decía pero ahora es una cuenta abierta, todo el mundo puede opinar. Y naturalmente todos los seguidores le reclaman lo mismo: que deje de jugar al escondite y publique el libro que prometió, titulado Y nada más que la verdad.
Del Burgo no ha mentido sobre su vida íntima con Letizia y Felipe, pero después de recibir amenazas de muerte y muy probablemente algún susto real ha decidido cambiar de estrategia y volver a empezar. El problema es que es tan imprevisible que en Zarzuela han entrado en pánico. Qué colgará a partir de ahora: fotos de su perro comiendo flan Dhul, como ya hizo, o Letizia en una situación insostenible. Del Burgo juega en la ruleta rusa con una bala apuntando no a su cabeza sino a la Corona.