La Familia Real tiene ya dos ex yernos, Urdangarin y Marichalar. Los dos matrimonios con las infantas han fracasado cada uno a su manera. Iñaki no ha soportado la prisión y la presión de cargar a solas con los negocios turbios de la familia y se ha enamorado de otra mujer. Él ha buscado el divorcio que la infanta Cristina no quería. En cambio, Jaime de Marichalar no quería separarse pero Elena exigió el divorcio, harta del mal carácter de su marido y de los excesos que cometía que lo hicieron sufrir un ictus cerebral del cual arrastra secuelas. La revista Época accedió a las condiciones del divorcio, secretas como en toda la Familia Real, e hizo una célebre portada "Elena alega consumo ocasional de cocaína". Literal. Por eso nunca se ha hablado de que Elena tuviera que pagar una pensión a Marichalar, aunque la merecía igual que Iñaki Urdangarin. El divorcio le suponía al exduque de Lugo un empeoramiento en su situación económica. O renunció a la pensión al casarse o después. Casa Real le dejó apañado y todavía vive de eso.
Esta semana se ha sabido que Urdangarin cobrará una pensión vitalicia de la infanta Cristina de 6000 euros según la exclusiva de Pilar Eyre aunque otras fuentes aumentan la cifra a 25 mil euros mensuales. Es buen momento para precisar cuál es la fortuna de Jaime de Marichalar, que cumplirá 60 años en abril y sigue solo y sin pareja. A diferencia de Urdangarin, proveniente de una familia vasca acomodada del PNV de Vitoria, Marichalar venía de la aristocracia de la provincia de Soria que le dejó alguna herencia. Su padre era conde de Ripalda pero dejó seis hijos. A Jaime le quedó alguna herencia. Según publica El cierre digital: " "Marichalar vive en un triplex en el barrio de Salamanca de Madrid, una propiedad suya comprada a la familia Corsini con parte de la herencia que le dejó su abuela María Teresa de Marichalar. Actualmente Jaime de Marichalar mantiene cargos directivos en tres sociedades, todas relacionadas con el mundo del lujo y la moda. Así, figura como apoderado de la empresa Fendi Retail Spain, propiedad de LMVH (es decir, Louis Vuitton Moët Hennessys, dedicado a la importación, exportación de ropa, joyería, accesorios de lujo". Cuando estaba casado con Elena y era duque de Lugo la prensa le adjudicó el mote de "duque de lujo". Amante de las pieles, los bolsos, los zapatos caros y todo lo que brilla.
Marichalar, según el digital, acumula una fortuna de 3 millones de euros, suficiente para vivir sin ttrabajar, con un tríplex de lujo heredado y los dos hijos holgazanes pero a los que mantiene el abuelo materno. Y no tiene ninguna pareja oficial. Si tiene pareja y le cuesta dinero, solo lo sabe él. Desde el divorcio, Elena, Cristina y Jaime Marichalar son monjas de clausura, no se acercan a nadie. O nadie se acerca a ellos. La soledad del hombre rico, pero pobre. Jaime añora el trato de duque, los siete consejos de administración donde lo coló Juan Carlos y la escolta oficial. Estaba prendado de su guardaespaldas. Camina solo como alma en pena a sus 60 años arrastrando el pie izquierdo con una cojera de por vida por el ictus. La foto es demoledora:
Jaime como siempre, como un árbol de Navidad: mocasines de lujo, guantes de cuero, calcetines rosa, abrigo con pieles, fular que le llega a las rodillas y un bastón con pomo de marfil para apoyarse cuando arrastra la pierna izquierda. La imagen es la de lo que es: un hombre rico, con tríplex de lujo, cojo y muy solo.