Jaime Ostos se encuentra ingresado. El torero sevillano, que en abril cumplirá 89 años, arrastra desde hace meses una importante lesión en la espalda. "Son los dolores más fuertes que he tenido en mi vida. Aparece cuando menos te lo esperas: subiendo la escalera, cuando vas al baño...", explicaba recientemente al diario ABC. Ha perdido 15 kilos y no tiene fuerzas para aguantarse derecho por él mismo. Es por esto que a principios de marzo fue internado en la Clínica de la Zarzuela de Madrid, para ser operado de un pinzamiento que lo tiene prácticamente inmovilizado. Pero una infección en la zona afectada impidió que los cirujanos pudieran intervenirlo. Esto, sumado a la crisis del coronavirus que acaba de estallar, tiene a su familia preocupadísima. Por causa de su delicado estado de salud y su edad avanzada, el matador es un paciente de riesgo.
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La capital española es el gran foco de contagios del COVID-19 en el Estado: a estas horas hay más de 12.000 infectados y la cifra de fallecidos es de 1.535. La Clínica de la Zarzuela, que atendía al torero, está llena de personas afectadas por la enfermedad. Así que han decidido trasladarlo de centro. En sus condiciones, el coronavirus podría ser mortal para Jaime Ostos. Ahora se encuentra recibiendo atención en el Hospital Nisa Pardo de Aravaca, muy cerca del anterior, ha explicado su pareja, la neumóloga María Ángeles Grajal, en una entrevista para la revista ¡Hola!.
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La última aparición pública de Jaime Ostos fue en agosto del 2019, en un acto de la Asociación Española contra el Cáncer. Muy desmejorado e intentando soportar su propio peso con dos muletas, la imagen impactó entonces a los aficionados a los toros. Esta es la foto más reciente de él.