La imagen de Cayeta Álvarez de Toledo genuflexa, casi arrodillada, en el besamanos de Felipe y Letizia en el Congreso requería la opinión de un experto: ¿adecuada o ridícula? La marquesa de Casa Fuerte es una "grande de España" y como aristócrata se debe al rey. Otra cosa es si dio pena. Jaime Peñafiel cree que sí.
En el programa de sobremesa de Cuatro, Todo es mentira, le han puesto a Peñafiel las imágenes de Cayetana de rodillas en la moqueta, saludando al rey y a la reina. Con las niñas la pepera se lo ahorra.
Peñafiel: "No me parece bien que las señoras hagan la reverencia al rey. Lo de Cayetana es una reverencia profunda como se hacía antiguamente. No sé por qué pero solo lo hacen las de la derecha. Las políticas de la izquierda no lo hacen. Evitar arrodillarse no va contra las formas. Lo correcto es dar la mano y ya está. Ni la inclinación de cabeza tampoco. Se saluda correcto y punto, sin las manos en los bolsillos. Hacer la reverencia no tiene nada que ver con la República o la monarquía".
La bajada, el descenso exagerado, la rodilla a ras del suelo, hincada, de la marquesa de Casa Fuerte es puro postureo que el protocolo real no indica. El cronista real más veterano dicta sentencia contra la diputada aristócrata: ridícula.