Jaime Peñafiel empieza a pagar la factura de su incursión salvaje en la intimidad de los reyes de España. El veterano cronista real ha dado voz a Jaime del Burgo, armando un escándalo de difícil control. Tanto está así que hemos visto reacciones definitivas en Zarzuela, como que Letizia se inmolara ante su familia política en la comida de cumpleaños de la infanta Elena, o que Felipe haya cambiado el jefe de la Casa Real en un momento de máxima tensión como este. Tensión que se intenta tapar en la opinión pública gracias a medios afines, pero ni así. La bola de nieve es gigantesca. Y un paso demasiado atrevido de Peñafiel ha provocado otra consecuencia reseñable: que el diario 'El Mundo' no publique más artículos de una de sus plumas estrella de los últimos 30 años.
Despedido, fulminado, cesado. Todas estas expresiones servían para calificar la desaparición del mítico 'Azul y Rosa' de las páginas del diario del sábado, y una multitud de gente lo justificaba: se había pasado de la raya de manera flagrante. No tanto por la primera andanada con Del Burgo; el problema ha sido que ha empezado a revelar otras confidencias mucho más escabrosas. "Recibo muchas llamadas y tengo una fuente fiable: Letizia tenía problemas para quedarse embarazada. Erika cedió sus óvulos para que pudiera embarazarse. No es malo ni extraño ni criticable. Al parecer, por eso Erika tenía pasión miedo las hijas de Letizia, porque eran sus medio hijas. Tanta pasión tenía Erika que Letizia le prohibió ir a Zarzuela y acercarse a esas niñas. Y ese fue lo motivo por el que Erika se suicidó". La fuente podría ser un familiar de la reina proscrito como David Rocasolano, o incluso el ex de Érika. Jaime se lo ha jugado, y ha perdido. Pero no de la manera que todos creen.
Jaime, de 91 años, ha hablado para una revista del corazón, 'Semana', dejando declaraciones jugosas. Reconoce que está siendo difícil de digerir no tener su columna semanal, pero si este es el peaje por hacer su trabajo, pues adelante. Un peaje pagado voluntariamente: no lo han echado, se ha ido él. Esta es la gran revelación, el detalle más sorprendente. 'El Mundo' no ha tenido que decir las dos palabras mágicas, aunque ya se habían dedicado a amordazarlo, primero, y a destrozarlo, después. Recuerden que le prohibieron escribir ni media palabra sobre Jaime Del Burgo y que tenía que firmar jeroglíficos en la letra pequeña de sus textos, una ofensa para alguien de su talla, a la vez que una advertencia seria por parte de las altas esferas. Pero el último embate ha sido mortal: "Todo fue el mismo día. Un redactor del periódico escribió un artículo contra mi muy ofensivo. Llamé para quejarme y después de todo... es lo que hay. Se ha publicado que ha sido un superior, pero no, he sido yo. Ha sido todo en raíz de las declaraciones sobre Letizia y el libro".
Peñafiel reconoce que "jode muchísimo, sobretodo si ha venido de un superior. Yo también asumo las cosas". Se refiere, claro, a la orden de fusilarlo en su diario para salvar a Letizia y Felipe. Pero se va con la cabeza alta, dice: "No me arrepiento, yo soy como soy y punto". Qué hará a partir de ahora no le preocupa, "tengo la vida hecha", pero lanza un aviso a navegantes: "En el libro fui muy generoso con la Reina Letizia porque reproduje solo el 2% de lo que me informó Jaime del Burgo para no herir la integridad de las personas". Tiene más vidas que un gato. Y se defenderá con uñas y dientes.
Exclusiva: Jaime Peñafiel habla sobre su despido de El Mundo: "No me arrepiento" https://t.co/loy68bu00z
— Revista SEMANA (@semana_revista) January 23, 2024