Jair Domínguez es de profesión iconoclasta. Ataca con mala leche la impostura y la falsedad. Y desde que lo hace en TV3 tiene más relevancia. Pero no se encoge. Los diputados de Ciudadanos lo detestan y cada vez que pueden piden desde el Parlament a Vicent Sanchis que lo despida. Quieren la cabeza del enfant terrible, una cabeza que utiliza para pensar tuits guerreros como el último en defensa de la lengua:

El bueno de Jair opina que vivir en Catalunya hace que quien no hable catalán es "tontito o mala persona". Debe ir por Carlos Carrizosa que a pesar de ser catalanohablante decidió hacer toda la entrevista con Sanchis en TV3 en castellano. Ya queda poco para que Cs pida echar a Domínguez de TV3 por insultar a todo el Grupo Parlamentario naranja llamándoles tontitos. La red hace como con todos a los valientes: lo adora o lo odia. Algunos tuiteros lo amenazan con agresiones físicas:

Jair Domínguez, que es escuálido, se juega la cara en defensa del catalán. Lo mejor es como hace brotar a analfabetos: un tuitero que se define como "castellanoparlante valenciano" no sabe escribir castellano: donde dice "Haber" debería decir "A ver". Los bilingües recibiendo lecciones de los monolingües y de los mononeuronales.