Ada Colau se presentará a la reelección para volver a ser elegida alcaldesa de Barcelona. Es el último episodio de la crónica de un pacto casi anunciado al día siguiente de las elecciones del 26-M: para los comunes la cuestión nacional es prioritaria esta vez y pactan con Manuel Valls (que se presentó con Ciudadanos) y el PSC para evitar que un independentista, Ernest Maragall, sea el próximo alcalde la ciudad. La decisión de Colau de ser nombrada con los votos de Valls y Collboni es aplaudida por un espectro amplio del españolismo de izquierdas. Jordi Évole, Víctor Amela o Ángels Barceló lo celebran. Pero el independentismo, también de izquierdas, reacciona airado.
En el sector de los molestos por el pacto Colau-Valls está el periodista Jair Domínguez, que todavía se pellizca para comprobar que no vive una pesadilla. No lo es. El colaborador de Toni Soler en el 'Està passant' de TV3 está bien despierto y responde a la decisión de los comunes con un tuit sarcástico:
Si en vez de pactar con Valls la Colau le dijera "me meo en ti boca de facha francés" se ganaría todo mi respeto. Pero qué mole más: ¿mi respeto o la fuckin alcaldía? ¡Aaammmigo!
— Jair Dominguez (@sempresaludava) June 7, 2019
Reflexión ácida de Jair Domínguez: Ada Colau pone por delante la poltrona y deja de lado los ideales que la llevaron a la alcaldía hace cuatro años. Pactará con Manuel Valls, a quien hace tan sólo dos semanas rechazaba por ser "el candidato del IBEX-35". La gestión migratoria del socio de Ciudadanos, cuando era Ministro del Interior en Francia, es otro de los aspectos controvertidos de Valls que Colau preferiría no detenerse a recordar.
La encuesta que El Nacional publicó el miércoles, día 5 de junio, dejaba bastante claro lo que piensan los votantes de Colau sobre el pacto con Valls: el 75% lo rechaza. Pero la alcaldesa hace oídos sordos y optará a la reelección con los votos del socio de Ciudadanos. Quizás es que la "nueva política", después de cuatro años saboreando el poder, ya no es tan nueva...