El españolismo tiene un nuevo dios. Es gallego, multimillonario, e intocable. Si osas criticarlo, estás perdido. Amancio Ortega, fundador de Inditex, amo de un imperio textil internacional, y que acaba de celebrar su cumpleaños. Ha soplado 84 velas recibiendo el aplauso de muchos ciudadanos en los balcones españoles y las reverencias del 101% de los seguidores del 'trifachito'... y más allá. Sus donaciones a la Sanidad pública española le erigieron en el superhéroe de la patria, y sus adquisiciones de material contra el coronavirus han agrandado esta percepción. De pagar los impuestos que le corresponderían, de no despedir trabajadores en plena crisis o de la explotación de niños en sus fábricas en el Sureste asiático no hablan, eso sí. Minucias de los traidores, claro.

Amancio Ortega EFE

El bando crítico tiene también muchos seguidores. Estos tampoco se han olvidado de felicitar a Ortega. Ahora bien, lo que le dicen hace estallar cerebros a diestro y siniestro: Indas, Ana Rosas, Negres, Abascales, etcétera, necesitarán la pastillita contra el 'parraque' después de leer dedicatorias como la de Jair Domínguez, que no hace prisioneros. El de Està Passant le canta la caña de forma brutal: "Ha olido la sangre. Vio que los tontos salían a aplaudirlo al balcón y ahora busca la estatua y la condonación de los impuestos. DEP todos los niños de Bangladés."

Jair Domínguez @jairdominguez

60.000 millones de euros impresionan mucho y compran muchas lealtades, aunque los haya podido amasar olvidándose de derechos fundamentales y de contribuir al erario público como todos los 'españolitos'