El Barça perdió 2 a 1 en Valdebebas contra el Real Madrid y ya no depende de sí mismo para ganar la Liga. Los de Zidane se impusieron y ahora superan a los de Koeman por un punto en la clasificación general. El técnico holandés, justo acabar el partido bajo un inmenso aguacero, mandaba a hacer puñetas a un reportero de Movistar+ cuando le preguntó por la actuación arbitral de Gil Manzano, especialmente por el penalti que no señaló cuando quedaba poco para el final, por parte de Mendy a Braitwhaite.

Koeman, empapado y enfadado como una mona, no entendía, ni a pie de césped, ni después en la sala de prensa ni esta mañana, que el árbitro no hubiera silbado la pena máxima que podría haber hecho que su equipo empatara contra el eterno rival.

Ya se veía venir días antes que Gil Manzano sería protagonista. Un árbitro que tiene un historial con los azulgranas que viene de lejos, por ejemplo, teniendo el honor de haber expulsado a Leo Messi en la final de la Supercopa contra el Athletic Club. Por eso, cuando se supo que el árbitro escogido en un primer momento, Mateu Lahoz, era baja por lesión, y que su sustituto sería Gil Manzano, los aficionados y jugadores del Barça se pusieron a temblar.

Gil Manzano, árbitro del Madrid - Barça / Efe

Y ya se sabe qué dice el dicho, cuando el río suena, agua lleva. Gil Manzano irritó a los culés con su polémica decisión de no silbar penalti, de hecho, ni ir al VAR a mirárselo, pero también, por el descuento vergonzoso que decretó, sólo cuatro minutos, y cuando el Madrid jugaba con un hombre menos, y eso que el juego se tuvo que detener por él mismo durante dos o tres minutos porque no le iba la pila del intercomunicador con la sala VOR.

Koeman o Piqué se las tuvieron con el árbitro en el túnel de vestuarios. Pero quién estaba tan o más indignado que ellos fue Jair Domínguez.

Jair Domínguez / @jairdominguez_

El presentador catalán ya sabemos que acostumbra a decir a las cosas tal cual y que no se está para paños calientes. Y después de ver el despropósito de Gil Manzano por televisión, no se ha mordido la lengua a la hora de hablar de él. Una frase polémica, al estilo de aquella sobre el rey Juan Carlos, que ha generado un encendido debate en redes: