Uno de los vicios que Jair Domínguez había abandonado es twitter, pero ha recaído. Como estrella del rock sabe de adicciones. El colaborador estrella de TV3 anunció en El Nacional que abandonaba la red: "Dejé Twitter y me compré un piano". Pero ha durado un año. Desde septiembre se ha reenganchado:
Su twitter es una joya. Lleno de tuits pequeños, cortos, como polluelos en el nido, que un mes después, alimentados por el odio de los unionistas, se hacen grandes como un avestruz. El único miembro del CAC que todavía tiene el PP es Daniel Sirera. El organismo de control del audiovisual tiene trabajo con el programa de Toni Soler, el unionismo no les puede ni ver. Sirera se toma muy en serio el papel de comissario político (a 9 mil euros públicos en el mes) y acaba de poner un huevo en forma de tuit:
Sirera cobra demasiado de nuestros impuestos para dedicarse a recoger tuits de Jair Domínguez. Eso es trabajo de digitales ultras. Los cuatro que recoge el expresidente del PP catalán son:
Sirera podría mirarse todo lo que Jair dice en TV3, ya que el CAC tiene que mirar TV, pero eso sería demasiado trabajo para los 9 mil euros mensuales que cobra y con cuatro tuits ya cumple. Sirera está en las postrimerías de su carrera a sueldo de los presupuestos de la Generalitat y en primer curso de Jordi Cañas. Querría parecerse al locuaz portavoz de Ciutadans pero le falta colmillo. Cañas ha estado, de momento, más sibilino con Jair. Después de llamar "basura" a Toni Soler, ahora se limita a hacer como en el barrio: "Ya me lo encontraré".
Daniel Sirera ya sabe dónde encontrar cobijo, como Juan Carlos Girauta o Carina Mejías, que pasaron del PP a Cs. Como Toni Cantó de UPyD a Cs o como Valls del PS francés a Cs. Ahora que el grupo parlamentario naranja es enorme hay espacio para un comisario más.