Los del PP nos tendrían que haber avisado del show esperpéntico que llevarían a término Isabel Díaz Ayuso, Pablo Casado, Teodoro García Egea y compañía. Hubiéramos ido al súper a comprar una buena provisión de palomitas para ver el espectáculo grotesco que los últimos días han protagonizado los del partido de la gaviota, que probablemente habrá empezado a volar sin mirar atrás para no ver el ridículo de los miembros de su formación. Que si trato de favor al hermano de la presidenta de los madrileños, que si amenazas, que si enfrentamientos entre dos gallos del mismo corral, que si renuncias, que si manifestaciones en favor de una y chillando consignas contra el otro... La vergüenza ha tenido este miércoles su colofón con la comparecencia del todavía líder de los populares en el Congreso de los Diputados, una intervención de diez minutos, huyendo acto seguido del hemiciclo con el rabo entre las piernas. Solo puede quedar uno, pregonaban en Los inmortales. Y este uno no tiene el nombre ni la barba de Pablo Casado.
Qué tiempos aquellos, marzo del 2021, cuando Casado y Ayuso se hicieron una foto así de cómplices y sonrientes. Pero ha llovido mucho desde entonces. Cuándo creíamos que no se podía hacer más el ridículo que Ciudadanos, Albert Rivera, Inés Arrimadas y compañía, van los del partido azul cielo y protagonizan unas imágenes, acusaciones y numeritos dignos de una reyerta etílica a la salida de un after. Ya veremos qué consecuencias tiene para sus votantes, para el propio partido y para los integrantes del Partido Popular. Lo que ha quedado demostrado estos días es que el partido de la oposición ha parecido hacerse más oposición a él mismo que al partido de gobierno. Casado se mira en el espejo y ve a un hombre políticamente hundido y quien sabe si un partido que puede quedar muy tocado después del bufonesco show que han protagonizado sus miembros.
Un momento como este no se podía desperdiciar y quien ha mojado pan y todo lo que ha pillado por casa ha sido el gran Jair Domínguez. El presentador de TV3 ha resumido la situación que está viviendo el PP con una frase demoledora. Lo mejor, sin embargo, es la imagen que lo ha acompañado, llena de un lirismo y una belleza bucólica que ya les gustaría tener a los Casado y compañía.
Jair ha escogido para dedicarle a los populares su galleta con la mano abierta un rincón de Catalunya absolutamente MARAVILLOSO. Un paraíso de nuestra geografía, el salto de Sallent y l'agullola de Rupit. Si no han ido nunca, ya tardan. Vayan este fin de semana hacia allí, y cuando lleguen, siéntanse, miren hacia el horizonte y si se fijan bien, verán, como él, la nata descomunal que se han pegado los populares: "Desde aquí se puede ver como se hunde el PP".
Sus seguidores, a sus pies: "ojalá la tierra se abra haciendo un agujero enorme para engullir a todos los pocavergüenzas de politicos", Mmm.... Espero q se hunda tanto q quede fuera de tu campo visual, La vista es fantástica, pero no hay que ir tan lejos por lo del PP", Desde pie plano también. Se hunde por debajo de nivel de mar, tenemos que ir más a menudo, pues, al salto de Sallent....con un espectáculo como este...", "Según el principio de los vasos comunicantes, el derrumbe del PP servirá para aumentar el voto a VOX. Cuidadin cuidadin"... Unas vistas espectaculares... ¿Las de l'agullola? También. Pero ver a los del PP hechos un lodazal, también tiene su belleza poética.