Desde que ayer, cuando pasaban unos minutos de las once de la noche, se produjo la lamentable imagen, no se habla de otra cosa. El Barça acababa de ganar el título de Liga después de su victoria por 2 a 4 en el campo del Espanyol. Euforia culé totalmente comprensible y un título más que merecido a falta de cuatro jornadas para el final. Como es normal, justo en el momento en que el árbitro silbó el final del partido y se certificaba la victoria en la Liga, los jugadores azulgranas se abrazaron encima del césped, e improvisaron una celebración en el centro del campo, cogiéndose de las manos jugadores y staff técnico, en un gran corro que escenificaba toda la alegría y la emoción que corría por sus venas en haber conseguido el que para muchos de los integrantes del equipo, era su primer título de Liga con la camiseta del Barça. Y este lunes solo se hablaría de eso, si no hubiera sido por la reacción vomitiva de algunas decenas de radicales españolistas, ultras del Espanyol histéricos al ver a su rival exultante, que tuvieron la peligrosa idea de saltar al césped, como perdonavidas, y espoleados por los cánticos de "A por ellos" de otros aficionados, fueron a intimidar a los Gavi, Araujo, Pedri, Xavi y compañía. Y quién sabe si la cosa hubiera sido todavía más grave de lo que ya lo fue si los jugadores del Barça no hubieran llegado a tiempo a los túneles de vestuarios:
Una imagen esperpéntica y lamentable que ha dado la vuelta al mundo. Esperemos que la Liga y las autoridades emitan sanciones ejemplares y haya detenciones de estos energúmenos, y que no vuelvan a pisar un terreno de juego. La mayoría de aficionados del Espanyol siente vergüenza de ver cómo en su estadio hay impresentables como estos haciéndose los milhombres macarras que dan una imagen que no querrían ver nunca de su club. Periquitos de pro como Sergi Mas en el Tot es mou de TV3, el crack de Skeleton Ander Mirambell o Gabriel Rufian, lamentando la imagen tabernaria dada anoche en el césped de Cornellà:
Ha habido, sin embargo, algún aficionado españolista que no lo ha visto de la misma manera y que ha puesto el foco en otra parte. Es el caso del expresidente del Espanyol, Joan Collet, que en los micrófonos de RAC1, donde ha colaborado como tertuliano, considera que lo que hicieron los jugadores del Barça, "Yo sí que pienso que fue una provocación. Por todo lo que vino antes, por todo lo que se había acordado y por todo lo que pasó. Incluso lo reconoció el mismo Xavi, que probablemente no lo tendrían que haber hecho, probablemente se podían haber ido...". Collet sigue diciendo que "cuando se acaba el partido y los jugadores saltan y se abrazan en el centro del campo, sale toda la gente del banquillo y nadie dijo nada. Incluso los jugadores del español se quedaron en medio del campo a aplaudir porque habían quedado campeones. Se había llegado a un acuerdo de clubs, Mossos d'Esquadra lo habían aconsejado... ¿A qué viene después todo el tema del corro???", se pregunta. "La segunda parte fue una provocación":
Al oír a Collet, la red ha estallado. Respuestas masivas, entre ellas, las de un culé que no se corta un pelo y que cuando tiene que callar bocas o rebatir a alguien, lo hace de manera demoledora. Hablamos de Jair Domínguez, uno de los culés que hoy están eufóricos. El copresentador del Està passant ha dado muestras a lo largo de los años de su pasión por el conjunto azulgrana, con alguna publicación hilarante en redes.
Y al oír a Collet, Domínguez ha respondido de manera brutal: "Los chetniks serbios hicieron un corro un día que desencadenó la primera guerra mundial":
El catedrático y profesor de Economía, Xavier Sala-i-Martin tampoco se ha mordido la lengua y ha sido aún más explícito: "Joan Collet justificando la violencia de los pericos. Todos los equipos del mundo de todos los deportes del mundo celebran los títulos cuando los ganan… excepto si ganas en el campo del Espanyol porque entonces es una provocación! ¡Un pequeño y patético hombrecillo":