Martes movido, informativa, política y judicialmente hablando, el que se está viviendo desde primera hora del día. La sentencia del TJUE sobre la negativa de la justicia belga a entregar a Lluís Puig al Tribunal Supremo, advierte que un estado miembro de la UE no puede negarse, en principio, a ejecutar una euroorden, pero sí puede aplicar una disposición nacional que prevea que se puede denegar la orden de detención cuando "daría lugar a la vulneración de un derecho fundamental". El TJUE admite, tal como argumentaron las defensas de los exiliados en referencia al trato que recibe el independentismo por parte de la justicia española, que para denegar el euroorden un tribunal pueda valorar la existencia de deficiencias del sistema judicial "que afecten a la tutela judicial de un grupo objetivamente identificable de personas al cual pertenece el interesado". Este pronunciamiento será clave para la sentencia que el mes de abril tendrá que emitir el Tribunal de Luxemburgo en relación a la inmunidad de los eurodiputados Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí. ¿La primera reacción de Puigdemont?: asegurar que la sentencia del TJUE "deja las extradiciones en vía muerta y pone condiciones a la presentación de nuevas euroórdenes". Puigdemont afirma que la sentencia subraya que la decisión de la justicia belga estaba de acuerdo con la normativa.

Lluís Puig Carles Puigdemont - ACN

El TJUE ha dado respuesta así a las cuestiones prejudiciales que presentó el juez instructor Pablo Llarena ante la negativa de la justicia belga en enero del 2021 a ejecutar la euroorden contra Lluís Puig. Desde Madrid, algunos han enloquecido, como por ejemplo la gran mayoría de medios de comunicación de las españas, que ya salivan. Pilar Rahola, sin embargo, ya se ha encargado de ponerlos en su sitio con una serie de tuits demoledores:

Reacciones por todas partes a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. También por parte de Jair Domínguez. El cómico catalán del Està passant de TV3 o El Búnquer en Catalunya Ràdio suele decir mucho con poco. Y esta vez no ha sido una excepción. Doce palabras le han bastado para dejarle claro a la justicia, en este caso el organismo judicial europeo, qué le provoca a él el TJUE: "Es muy fuerte como me llega a sudar la polla el TJUE":