James McAvoy vive un buen momento profesional. El actor escocés, famosísimo por su papel de Profesor X en la saga X-Men, se encuentra ahora en plena promoción de su nueva película de terror psicológico, Glass, que forma parte de la trilogía de El protegido y Múltiple (filme en que interpreta un asesino con trastorno disociativo de la identidad).
En una entrevista muy íntima y personal en Men's Journal, McAvoy confiesa el drama que vivió en 2018. Pensábamos que todo iba sobre ruedas en su vida, pero el hecho es que el año pasado todo cambió cuando estuvo a punto de morir.
Un grave problema de salud, descubierto por casualidad. Es quizás eso lo que le ha salvado la vida. Durante un control médico, al actor le encontraron una mancha en el pulmón, que lo tuvo tres semanas ingresado en el hospital. Después de una biopsia y de estudiar a fondo su problema, y cuando parecía que todo estaba solucionado, los pulmones de McAvoy se infectaron.
A causa de su estado de salud delicadísimo, el artista tuvo que ser hospitalizado un mes entero. Ahora, totalmente recuperado, recuerda los últimos meses con horror: "Casi me mata. Pasé mucho miedo, fue una experiencia terrible".
El actor escocés está casado y tiene un hijo de ocho años en Londres. Después de bastante tiempo trabajando en los EE.UU. se plantea volver al Reino Unido y dejar el cine norteamericano, no sea que otro susto lo pille lejos de la familia.