James Rhodes se ha convertido en un habitual anti-Vox en las redes sociales. El pianista londinense, residente en España desde hace ya dos años, no pierde ninguna ocasión para fustigar a Santiago Abascal y su partido. Algunas de las broncas públicas entre él y los ultraderechistas han sido sonadas. Pero lo que viene ahora va más allá de una discusión en Twitter: James Rhodes tiene pesadillas con Vox.
Buenos días. Qué maravilloso ver a tanta gente donando a @openarms_fund. Gracias a todos.
— James Rhodes (@JRhodesPianist) Augusto 12, 2019
Y especialmente encantador ver portavoz de VOX, @Isabelperezmoi1 en este diploma. pic.twitter.com/QwBuTOTOUV
El músico inglés se tiene que someter a una operación porque tiene una hernia. Una situación que estos días le ha quitado el sueño. ¿Por causa médica? Pues no. Por motivos políticos: "Anoche soñé que el cirujano era de Vox, vió algunos de mis tuits sobre ellos y me cortó la polla como castigo". Un comentario burlón que ha indignado a los votantes del partido de extrema derecha. Rhodes se ha apresurado a tranquilizarlos: "No es un tuit serio. ¿Podrían los seguidores de Vox calmarse y no tomarse las cosas tan personalmente? No se me permite tener relaciones sexuales durante tres semanas después de la operación, ya me siento suficientemente mal".
Tengo una pequeña operación para una hernia la semana que viene (que Dios bendiga los asombrosos hospitales de España). Pero anoche soñé que el cirujano era un gran fanático de Vox y vio algunos de mis tweets sobre ellos y me cortó la polla como castigo 😳 ✂️ 🍆
— James Rhodes (@JRhodesPianist) December 6, 2019
Dios mío. Esto claramente no es un tweet serio. ¿Podrían todos los seguidores de Vox calmarse un poco y no tomar las cosas tan personalmente? 😳
— James Rhodes (@JRhodesPianist) December 6, 2019
No se me permite tener relaciones sexuales durante tres semanas después de la operación, ya me siento lo suficientemente mal.
(irónicamente la hernia es de izquierdas) 😂😂😂
— James Rhodes (@JRhodesPianist) December 6, 2019
Ya se sabe que a Vox no le gusta la gente de fuera. Y si son de izquierdas, todavía menos.