James Rhodes se ha convertido en un habitual anti-Vox en las redes sociales. El pianista londinense, residente en España desde hace ya dos años, no pierde ninguna ocasión para fustigar a Santiago Abascal y su partido. Algunas de las broncas públicas entre él y los ultraderechistas han sido sonadas. Pero lo que viene ahora va más allá de una discusión en Twitter: James Rhodes tiene pesadillas con Vox.
El músico inglés se tiene que someter a una operación porque tiene una hernia. Una situación que estos días le ha quitado el sueño. ¿Por causa médica? Pues no. Por motivos políticos: "Anoche soñé que el cirujano era de Vox, vió algunos de mis tuits sobre ellos y me cortó la polla como castigo". Un comentario burlón que ha indignado a los votantes del partido de extrema derecha. Rhodes se ha apresurado a tranquilizarlos: "No es un tuit serio. ¿Podrían los seguidores de Vox calmarse y no tomarse las cosas tan personalmente? No se me permite tener relaciones sexuales durante tres semanas después de la operación, ya me siento suficientemente mal".
Ya se sabe que a Vox no le gusta la gente de fuera. Y si son de izquierdas, todavía menos.