Hay presentadores de TV3 que tienen ganado a los espectadores por su valía profesional, pero también por sus virtudes de tipo íntima y personal. Profesionales de la información que, cuando abandonan su puesto de trabajo, comparten reflexiones y vivencias que sintonizan (nunca mejor dicho) con buena parte de la ciudadanía. Es el caso de Jaume Freixes, siempre interesante cuando opina en las redes sociales, y un hombre que siempre hace país. Freixes es leridano, de La Curullada, en la comarca de La Segarra, pero no es ajeno a todo aquello que importa, preocupa y emociona a Catalunya, venga de dónde venga. Y el final del fin de semana se ha teñido de tristeza y decepción por las noticias que llegaban desde Girona, en el campo de fútbol de Montilivi. Contra todo pronóstico, el equipo tendrá que continuar un año más en segunda división, después de perder en casa la final del playoff de ascenso contra el Rayo Vallecano. Un drama.
La mala suerte parece ser un socio más del club, que acumula derrotas inexplicables y decepcionantes cuando todos daban por hecho su éxito. Y la de ayer, perdiendo por 0-2 frente al equipo madrileño, fue especialmente chocante. Un gol, un mísero gol, marcó la diferencia. Mientras en Madrid hurgaban en la herida, la incredulidad se extendió como una mancha de aceite desde el césped y la gradería hasta el último rinconcito del país, mezclado con la rabia que producen este tipo de situaciones. Es lo que desprende la reacción de Jaume, tocado por la tragedia deportiva después de una temporada brillante, especialmente en el tramo final: "muy injusto, la verdad", escribía con solidaridad. El Girona no podrá acompañar el RCD Espanyol en su retorno a la Liga y completar así el trío de equipos catalanes en la competición.
El resbalón llegó en el peor momento, pero a buen seguro que lo volverán a intentar el próximo año. Y, tozudos como son, lo acabarán consiguiendo. ¡Ánimo!