La dupla de portavoces del PP de Pablo Casado en el Congreso y el Senado está capitalizando muchas de las conversaciones en redes sociales. Principalmente, por la elección de la Marquesa Cayetana, la hooligan y superviviente del desastre electoral popular en Catalunya. Pero el otro protagonista del "dedazo" de Casado le sigue bien de cerca por su hipocresía y funambulismo político. Es Javier Maroto, exalcalde de Vitoria-Gasteiz y jefe de campaña del líder popular, y que como Álvarez de Toledo son el claro ejemplo del porrazo histórico pepero en las Generales: A Maroto, de hecho, le fue mucho peor, quedándose fuera del Parlamento español al obtener 0 diputados por Álava. Pero la realidad no es ningún obstáculo a la hora de perseguir sus objetivos: Poltronas, poder, dinero. ¿Qué me quedo fuera del Congreso? Ya me enviarán al Senado. Ah, pero es que tampoco tenemos representación... "Tranqui, tronco", te empadronamos en Sotosalbos, un pueblo de 100 habitantes de Segovia, y "a volar"...

Maroto Vitoria-Gasteiz @javiermarotovg

La diáspora o exilio de Maroto es una de las jugadas más sucias vistas de los últimos tiempos. Y la protagoniza un político de convicciones, ideales y discursos extremadamente volátiles. Él, a quien los gasteiztarras echaron del Ayuntamiento por su cruzada contra los extranjeros que se empadronaban en la capital vasca para recibir ayudas sociales, ahora utiliza la misma técnica para "trincar la mamandurria" de liderar al PP en la cámara alta. Es decir, registrarse de un día para el otro en el pequeño pueblo de 113 habitantes de la sierra segoviana, a más de hora y media de distancia de su nuevo puesto de trabajo, ya que era requisito indispensable para que el parlamento de Castilla León le pudiera proponer como senador de designación autonómica. No contento con retorcer las reglas del juego, Maroto toma el pelo a la opinión pública en una entrevista diciendo que "se me va a ver mucho por Sotosalbos". El atajo indigno le ha valido el escarnio masivo de las redes.

@javiermarotovg

Javier Maroto o el arte de pensar que el resto del mundo es corto. Lo intentó en Euskadi, y le dejaron fuera de la alcaldía. Veremos ahora cuánto tiempo le soportan los segovianos. Mientras tanto, sigue chupando del Estado y de los ciudadanos. En eso es todo un experto. Por cierto, Javier, puedes ir cambiando ya el nombre en tus redes sociales, que todavía llevas el 'vg' de Vitoria-Gasteiz en tu nombre de usuario. Ahora te tocaría un 'ss'. Y va sin segundas intenciones.