La ultra derecha española ya vive la primavera. No sólo la política, gracias al derrumbe de Ciudadanos y de comerle la tostada al PP en Catalunya, que también. En el ámbito personal todo son flores y violas en VOX, porque pronto tendrán 'bodorrio': el de su número 3, Javier Ortega Smith. Durante este fin de semana, el chismorreo patrio se ha ocupado de hacer público el secreto del siempre agresivo diputado y concejal, que ahora sonríe. Le cuesta, pero lo hace. El amor es así. Endulza el talante más amargo, cuando menos mientras dure el hechizo de Cupido. Todavía no hay fecha exacta para el enlace del supuesto 'boina verde', pero es lo único que desconocemos. El lugar de la boda y, especialmente, la identidad (y el currículum) de la prometida ahora son de dominio público. ¿El nombre? Paulina Sánchez del Río Nájera. ¿Riojana? No, ni mucho menos. Es mexicana y poderosa.
Parece que en VOX han "colocado" a Ortega Smith, que no disfruta de una vida sentimental ni muy rica ni conocida. De las pocas cosas que sabíamos de él era su relación con Cristina Seguí, la polémica tertuliana ultra y fundadora del partido. Partieron peras, y Seguí dejó a la formación y al político, 2x1. Ahora, según explica 'El Español', la cosa va mucho mejor con Paulina, ejecutiva del gigantesco banco HSBC donde es directora de comunicación para varios países, además de pertenecer a la curiosa asociación Multinacionales por la Marca España. Imágenes de ambos juntos no hay ninguna, al menos de públicas, mientras que las de ella van bastante preciadas. Sólo encontramos alguna foto en su Facebook personal, de donde deducimos su afición por los deportes náuticos, de nieve o, sencillamente, el ir a la playa. Bien, y que tiene muy buena relación con los elefantes. La quieren. Ortega también. Y no quiere que se le escape.
Por eso, según las mismas fuentes, el de VOX montará una boda en su finca heredada de Toledo. Un lugar enorme de 23.000 metros cuadrados, desde donde se divisa el Alcázar de la ciudad. Un detalle bien facha y que hace las delicias del novio, seguro. La cita, a mediados de octubre, siempre que las condiciones de la pandemia lo permitan. O pensándolo bien, lo harán y punto. Que hablamos de VOX, hombre.
Lo único que detalle que chirría viniendo de la banda de Abascal: el apellido, como el de su némesis ultra, Sánchez. 'Lagarto, lagarto'. Que sea mexicana no es un problema. Ella tiene "papeles", ya saben.