El caso Rubiales ha quedado visto para sentencia, si es que la necesitaba. Faltaba lo más importante, la versión oficial de la víctima, Jennifer Hermoso, a la que el presidente de la Federación ha puesto en una situación desagradable, ofensiva y polémica. El famoso beso sobre el césped de Sidney, beso ni consentido, ni pedido, ni esperado, ha abierto la caja de los truenos. Declaraciones incendiarias, más escenas similares, incluso un supuesto intento de coaccionar y mentir en nombre de la futbolista... La situación es diáfana, pero como abundan los defensores de causas imposibles, hay una legión de pretorianos detrás. Manolo Lama, Cristina Cubero, Juanma Castaño o... ultras de las redes sociales. Un equipazo.

Esta parroquia se agarra a lo que sea para quitar importancia al escándalo, y una de sus armas es la de repetir que la delantera no se había quejado. Vaya. El oído, como la vista o la memoria, es selectivo y frágil. Las palabras de Jenni en caliente, después de que pasara aquello, eran clarísimas: "No me ha gustado, ¿eh?" Pero claro, ¿qué iba a hacer durante la entrega de medallas, con la reina y la infanta en el lado, y un jefe que le agarra la cabeza con fuerza y hace lo que hemos visto todos por televisión? ¿Kung-fu? Bien, sea como sea, desde ayer por la noche todos sabemos qué piensa Jenni. Porque ha hablado, y de qué manera.

El beso de Luís Rubiales a Jenni Hermoso / Twitter

Jenni Hermoso, rompe el silencio, comunicado contundente

La del Pachula mexicano, a través de un comunicado conjunto entre su agencia de representación y el sindicato FutPro, es clara: "Firme y rotunda condena a actitudes que atenten contra la dignidad de las mujeres", y pide "medidas ejemplares". Con esto ya estaría, ¿no? Pues no. La esperanza es inescrutable: todavía quedan irreductibles. Concretamente, los que analizan enloquecidos un problema grave como este desde la frivolidad y la intoxicación. Ah, sí. Y desde un tatuaje. Falso, eso sí. No es más que un adhesivo. Y promocional.

El "tatu" de Jenni Hermoso / Instagram
Los "tatus" de Jenni i Alexia / Instagram

Un tatuaje de Jenni y Alexia hace enloquecer a los defensores del polémico beso

Jenni tiene el cuerpo cubierto de diferentes tatuajes, pero lo que luce en su pierna desde hace unas horas es quizás el que más polvareda ha levantado. Lo luce también Alexia Putellas, con quien está intentando desconectar en Ibiza tras el mundial, la victoria y el circo. "No hay verano sin beso", dice. Hay quien lo interpreta como un "oh, veis, Jenni está encantada". Y lo dicen, así, a la brava. Resulta que el "beso" es el Beso Beach, un famoso local en Ibiza y en Formentera, y donde la expedición mundialista continuó con la jornada de recreo en las Pitiusas. Obviamente, no es el beso de Rubiales. Ni a Jenni le gustó recibirlo. Tan sencillo como eso.

Tatuaje Jenni Hermoso / Twitter
Jenni, Alexia y otras campeonas en El Beso Beach / Instagram

No hay debate. El resto es ruido.