En una industria donde las dietas extremas y las transformaciones físicas drásticas son a menudo celebradas, Jennifer Lawrence se destaca como una voz refrescante y auténtica. La actriz ganadora del Oscar ha sido franca sobre su rechazo a las dietas restrictivas para roles cinematográficos, priorizando su salud y bienestar por encima de las expectativas de la industria.

Sin embargo, la película "Gorrión Rojo" (2018) marcó un hito en la carrera de Lawrence, siendo la primera y única vez que accedió a seguir un régimen alimenticio específico para un papel. Interpretando a Dominika Egorova, una ex bailarina del Ballet Bolshoi convertida en espía de la KGB, Lawrence se sometió a un riguroso entrenamiento físico y una dieta controlada. Sin embargo, su motivación no era estética, sino artística: buscaba encarnar auténticamente la disciplina y el físico de una bailarina profesional. "No puedo estar en el personaje de una exbailarina y no sentirme como una exbailarina", indicó la actriz en una entrevista con ‘Vanity Fair’.

Jennifer Lawrence en Gorrión Rojo
Jennifer Lawrence en Gorrión Rojo

Este compromiso con la autenticidad la llevó a trabajar intensamente con el coreógrafo Kurt Froman durante meses, dedicando tres horas diarias, seis días a la semana, para perfeccionar su técnica y postura. Lawrence reconoció que esta experiencia no solo le ayudó a interpretar mejor su papel, sino que también le brindó una nueva apreciación por su cuerpo y la importancia de una buena postura. "El nivel de entrenamiento por el que pasan las bailarinas y el nivel de disciplina, tantos años de sus vidas, juega un papel en todo lo que hacen. La forma en que se comportan, la forma en que se manejan y la forma en que trabajan. Era algo que estaba constantemente en mi mente, incluso después de terminar de rodar todas las escenas de baile", contó Lawrence.

Jennifer Lawrence y su rechazo a las dietas extremas

A pesar de su experiencia en "Gorrión Rojo", Lawrence ha mantenido firmemente su posición contra las dietas extremas en su carrera. "No puedo trabajar a dieta. Tengo hambre. Estoy de pie. Necesito más energía", declaró la actriz, destacando la importancia de la nutrición adecuada para mantener su energía y rendimiento en el set.

Esta actitud contrasta marcadamente con las prácticas de otros actores de renombre como Christian Bale, Joaquin Phoenix y Natalie Portman, conocidos por sus transformaciones físicas extremas para ciertos papeles. Lawrence, en cambio, aboga por un enfoque más saludable y sostenible hacia su trabajo y su cuerpo.

Jennifer Lawrence en Gorrión Rojo
Jennifer Lawrence en Gorrión Rojo

La actriz de ‘Los juegos del hambre’ se declara fan de la comida rápida

Su honestidad sobre el tema se extiende incluso a proyectos anteriores. Al hablar sobre "Los Juegos del Hambre", Lawrence bromeó sobre cómo, a pesar de las sugerencias para perder peso, descubrió en su lugar los placeres de ‘Jack in the Box’, una franquicia de comida rápida estadounidense. Esta anécdota no solo muestra su sentido del humor, sino también su resistencia a ceder ante presiones innecesarias de la industria.

De hecho, una vez terminadas las escenas de baile en 'Gorrión rojo', Jennifer Lawrence pudo retomar sus hábitos favoritos: "Encontré una salchicha kielbasa vienesa en un panecillo francés no circuncidado, con salsa de pepinillos", comentó sobre su nueva adicción en Hungría. "Me tomé uno casi todos los días en Budapest, lo cual puedes ver, porque continúo creciendo en la película. Hacer dieta simplemente no es para mí".