La trayectoria de Jennifer Lopez ha estado marcada por numerosos triunfos en la música y el cine, pero su vida personal no es precisamente un cuento de hadas. Tras su mediático romance y posterior boda con Ben Affleck en 2022, parecía que finalmente había encontrado estabilidad emocional. Sin embargo, todo cambió con su reciente separación, un acontecimiento que no solo ha removido su vida amorosa, sino también su patrimonio.
Entre los numerosos bienes que compartían, destaca una impresionante mansión valorada en 68 millones de dólares que, paradójicamente, se ha convertido en uno de los mayores dolores de cabeza de la diva del Bronx. Y es que la propiedad, ubicada en una exclusiva zona de Beverly Hills, Los Ángeles, lleva meses en el mercado sin encontrar comprador, lo que ha generado frustración y estrés en la cantante.
Una mansión que se convierte en un problema sin salida
La casa, considerada una obra maestra arquitectónica, fue adquirida por la pareja en el auge de su romance, como un símbolo de su nueva etapa juntos. Con 12 habitaciones y 24 baños, incluye un penthouse para invitados de 465 metros cuadrados, una residencia para el cuidador y un amplio garaje para 12 coches, además de espacio para 80 vehículos adicionales. Las instalaciones recreativas cuentan con canchas de baloncesto y pickleball, un gimnasio completamente equipado, un ring de boxeo y un salón deportivo con bar. Cada detalle ha sido meticulosamente elegido para fusionar lujo y comodidades modernas, con sistemas de automatización y seguridad de última generación. Sin embargo, lo que prometía ser un refugio de ensueño, se ha transformado en una verdadera pesadilla para JLo.
Según fuentes cercanas a la artista, citadas por ‘Intouch Weekly’, la mansión no ha logrado atraer al reducido grupo de compradores capaces de desembolsar tal cantidad de dinero. "No ve la hora de salir de la casa cuando pueda y supuso que ya habría sucedido y que alguien la habría comprado, especialmente después de las renovaciones y los toques personales que agregó, pero no ha sucedido nada”, reveló un informante.
"Es como una soga alrededor de su cuello"
Además, la propiedad no solo representa un obstáculo financiero, sino también emocional. “Camina por la casa y siente todos los malos recuerdos. Ni siquiera su extraña magia vudú la ha ayudado. El lugar todavía tiene huellas de Ben por todas partes”, afirma la misma fuente. A pesar de los esfuerzos de JLo por renovar los espacios y borrar el pasado, los ecos de su relación con Ben siguen impregnados en cada rincón, haciendo que vivir allí sea insoportable para ella.
El fracaso de la venta ha llevado a Jennifer Lopez a considerar otras opciones, aunque ninguna parece ser la solución definitiva. Mientras tanto, sus días en la mansión están cargados de sentimientos encontrados. “La casa es como una soga alrededor de su cuello y se siente atrapada”, afirmó la fuente en su declaración a la revista. Por ahora, todo indica que la venta de esta propiedad será clave para que Jennifer Lopez pueda dejar atrás este turbulento episodio y recuperar la estabilidad emocional que tanto necesita. ¿Logrará finalmente liberarse de esta "soga" que la ata al pasado? Solo el tiempo lo dirá.