Kiko Rivera pasa por un momento delicado de su vida. Y por una vez en sus 38 años de existencia, su problema principal no le viene por su incontinencia y violencia verbal, su forma de ganarse el pan. Un problema de salud grave ha estado a punto de provocar una tragedia: un ictus. Afortunadamente ha sido relativamente leve, a los 4 días ya estaba en casa con su mujer, Irene Rosales, y los dos hijos de la pareja. La mala vida del hijo de Isabel Pantoja ha sido un factor determinante en este trance, una costumbre que arrastra desde hace muchos años. Fiesta, alimentación poco saludable, adicciones reconocidas, sospechas de infidelidades... todo eso le ha pasado factura. Irene ha luchado mucho por intentar reconducirlo, pero no siempre ha obtenido resultados positivos. Ahora, sin embargo, la cosa es diferente. Cuando menos, sobre el papel. Le ha visto las orejas al lobo.
Antes de la llegada de Rosales a su vida, Paquirrín ha tenido una lista de novias bastante extensa. La mayoría de ellas, además, polémicas. Siempre acababan a palos, aireando intimidades en platós y revistas del corazón. De todas ellas, sin embargo, quizás la más discreta y que ha ido a mejor es una ex Miss España, la sevillana Jessica Bueno. Se conocieron en el 'Supervivientes' del año 2011, y empezaron un idilio del que surgió el primer hijo de ambos, Francisco. Nació en 2012. Poco tiempo después, ella se enteraba de la existencia de un vídeo de Rivera con otra chica, y todo saltaba por los aires. La separación fue inmediata. Jessica, ex también de Feliciano López, rehacía su vida con el futbolista Jota Peleteiro. La mejor decisión, sin duda.
JESSICA BUENO Y KIKO RIVERA:
JESSICA BUENO Y JOTA PELETEIRO:
Jessica puso kilómetros de distancia respecto del disc-jockey. Han mantenido el mínimo contacto posible, cosa siempre beneficiosa para avanzar y crecer. Tanto es así que Bueno y Peleteiro se casaron y ahora tienen dos criaturas más, una familia feliz. Vive tranquila. Y quizás por este estado zen la ex modelo de 32 años ha decidido que era el momento de hacerse el primer retoque estético de su vida. Una costumbre entre las famosas (y también no famosas, todo hay que decirlo). ¿Qué se ha hecho? Pincharse los labios y hacerlos más grandes, más carnosos. O eso es lo que asegura en su Instagram, enseñando el resultado de la operación. Todavía los tiene inflamados, claro, pero pasará. Por si acaso recordaba a sus seguidores (y especialmente a los detractores) que "sigo siendo yo". Aunque viendo una nueva imagen que acaba de colgar, no podamos decir lo mismo. De hecho está irreconocible.
JESSICA BUENO ANTES:
JESSICA BUENO AHORA:
La foto que verán bajo estas líneas es la que nos hace pensar que quizás ha aprovechado para hacerse alguna cosa más que los labios. Una instantánea en la que no parece ella, ni mucho menos. Sí, podría ser un trabajo de maquillaje espectacular, minucioso. Si es así, que levante la mano la o el profesional que le ha hecho eso, porque es magia. Rasgos más afilados, una cara más delgada, una expresión que no tiene nada que ver con la que recordábamos de ella. Todo es diferente. Cualquier semblanza con la realidad (la antigua) es pura coincidencia.
Vida nueva, cara nueva. Llega con unos años de retraso, pero como es por una buena causa, bienvenida sea. La nueva Jessica Bueno, y con toda la vida por delante.