De vez en cuando, surge el amor en el trabajo. Cuántas parejas se han formado después de coincidir cada día en el puesto de trabajo, coincidiendo en el ascensor, en la máquina de café, en la sala de reuniones o en los pasillos de una empresa. De casos tenemos unos cuantos, por ejemplo, hablando de profesionales de la comunicación, tenemos a Artur Peguera y a Cristina Riba de los informativos de TV3. Otras veces, el amor también nace en el lugar de trabajo, pero no a fuerza del día a día, de verse cada día, sino por una especie de conjunción astral que hace que un día determinado, un día donde coinciden en un plató un entrevistador y un entrevistado, se encienda la llama y ya no haya quien la apague. Es el caso de una mujer y un hombre que cada uno en sus respectivas materias, son talentosos y brillantes. Esta pareja que enamora desde hace cinco años:
Ella es Jèssica del Moral. Él, Arnau Tordera. Ella es periodista y presentadora. Él, músico y líder de la banda 'Obeses'. Y juntos son imparables desde que una entrevista de ella a él fue el detonante para lo que ha venido a continuación, una historia de amor sensacional. Como sensacional fue la primera vez que se vieron. Una primera vez que venía precedida de una opinión no demasiado favorable: "antes de conocerme, no me tenía en muy buena consideración". Son palabras de Arnau al diario Ara, hablando de su pareja. Pero cuando coincidieron, se generó entre los dos un nosequé imparable. "Jèssica me dijo que aquel había sido el único día que se había quedado sin hacer todas las preguntas porque se había sentido tan cómoda conversando que le habían pasado los minutos sin darse cuenta de ello", recuerda Arnau del día que empezó todo. Y eso que la cosa empezó de una manera poco estándar y accidentada...
Fue en una entrevista para el programa que ella presenta, Connecticat, de La Xarxa, un 15 de agosto. Tal como recuerda el cantante de 'Obeses', lo citaron en unos jardines, y le propusieron que empezara tocando la trompeta, además de estirarse en una tumbona atada a dos árboles. Lo hicieron, pero ya se veía que la cosa acabaría como el rosario de la aurora, porque ataron la tumbona entre dos árboles no demasiado grandes... Jèssica, que si una cosa tiene es que se prepara a conciencia las entrevistas y quiere que los invitados se sientan cómodos, probó la tumbona antes de empezar... "Ya se veía que no estaba muy bien montado, y la tumbona y Jèssica cayeron. Si no hubiera sido ella, habría sido yo: me salvó de un ridículo televisivo bastante grande", recuerda el músico. Aquella nata, aquel guantazo, fue el inicio de su amor.
Antes habían intercambiado algunas palabras en maquillaje, y después, durante la entrevista, la conexión era más que evidente. Más adelante ella fue a varios conciertos suyos y siguieron hablando. "Fruto de las conversaciones y el interés mutuo, la relación se fue fortaleciendo, y hasta ahora", dice Arnau, entregado a una mujer que tiene una gran "dimensión humana; valoro mucho su integridad"... No será su integridad física de aquel primer día, cuando se cayó de bruces de la tumbona. En cualquier caso, al leer la entrevista a su pareja, Jèssica ha comentado la jugada con un tuit sensacional: "Es frecuente que me enamore de los invitados, porque en general son gente maravillosa, pero hace cinco años el tema escaló hasta cotas impensables":
Jèssica y Arnau, maravillosos.