La televisión española está a punto de vivir un nuevo giro inesperado con el estreno de La familia de la tele, el magacín de TVE que aspira a ser el heredero de Sálvame. Sin embargo, tras los focos y las grandes promesas del formato, se esconde una maniobra en la sombra orquestada por Jesulín de Ubrique y María José Campanario. Determinados a no permitir que ciertos temas vuelvan a la palestra, el matrimonio ha trazado una estrategia que podría cambiar el rumbo del programa antes incluso de su estreno.

Fuentes cercanas a la pareja afirman que el torero y su esposa han diseñado un plan para frenar a su archienemiga, Belén Esteban, en su nuevo proyecto televisivo. La estrategia es clara y se fundamenta en una premisa simple pero efectiva: el silencio. Al evitar responder a provocaciones y no involucrarse en conflictos, esperan que el protagonismo de Esteban se desvanezca con el tiempo, lo que haría que su presencia en el programa pierda interés y, eventualmente, relevancia en la televisión pública.

El plan de Jesulín y Campanario: silencio y desgaste mediático

Fuentes cercanas aseguran que la consigna es clara: ignorar, no responder y dejar que el tiempo haga su trabajo. La estrategia es simple, pero devastadora: si no hay reacciones, no hay polémica. Y sin polémica, el interés mediático se desmorona. Se ha demostrado que, cuando una conversación no se alimenta, simplemente los focos se apaga. El torero y su esposa han aprendido esta lección y, en lugar de caer en provocaciones o responder a ataques, han tomado un enfoque más frío y calculador: mantener una indiferencia total. Esto se debe a que las polémicas en el mundo del corazón son un juego mediático que solo funciona si hay dos jugadores; si uno decide retirarse, la partida llega a su fin.

El talón de Aquiles de la nueva estrella de TVE

Aunque el programa promete grandes momentos de espectáculo y debate, su éxito depende de que sus colaboradores consigan mantener la tensión televisiva. Pero, ¿qué ocurre si la gran baza del formato, que suelen ser las controvertidas revelaciones de la Esteban, pierde fuelle al no encontrar reacción alguna? En ese caso, el desgaste será inevitable y su presencia en pantalla podría tornarse irrelevante con el tiempo. A esto se suma otro factor determinante: las críticas sobre la calidad de los tertulianos. No se trata solo de generar ruido, sino de aportar contenido de valor a la audiencia. Y si una figura clave del show no consigue brillar en este nuevo formato, su permanencia en TVE podría estar sentenciada.

La cadena pública ha invertido seis millones de euros en un formato que ya está generando controversia, tanto por su elevado presupuesto como por la elección de sus participantes. Con figuras de la talla de María Patiño, Lydia Lozano y Chelo García-Cortés, el programa busca recuperar el espíritu de Sálvame, pero sin caer en los excesos del pasado. Sin embargo, si el silencio de Jesulín de Ubrique y María José Campanario surte efecto, el programa podría perder a una de sus figuras más mediáticas antes de lo esperado. Y si eso ocurre, La familia de la tele tendrá que encontrar otra fórmula para mantenerse a flote en la feroz batalla por la audiencia de las tardes. La guerra en la televisión está servida. Pero esta vez, el arma más poderosa no es la palabra, sino la indiferencia.