El actor Jesús Castro es un hombre con carácter. Uno bien fuerte, además. El andaluz lo demostró en 'Masterchef Celebrity', enfrentándose en un duelo de gallitos con el chef y jurado Jordi Cruz. Su intercambio dialéctico era más propio del parking de una discoteca a las 6 de la madrugada que de un programa de televisión supuestamente blanco y familiar. No quedaron como amigos, ni mucho menos. Tampoco estima demasiado el formato, al que dirigió palabras nada elogiosas hace algunas semanas. "Mi experiencia fue nula. No me adapté al programa ni a las teclas que tocaban para ellos tener contenido". Castro seguía la senda marcada por Jorge Javier Vázquez, que aseguró en 'Sálvame' que la mayoría de los famosos que habían pasado por el talent no hablaban nada bien del mismo. No hace prisioneros. Y lo ha vuelto a demostrar en un encontronazo con la prensa por las calles de Madrid.
Jesús se enfureció cuando vio a paparazzis y reporteros de agencia cerca de la terraza donde tomaba algo rodeado de amigos y de su novia, Alba Casillas. La prima del exportero del Real Madrid hizo pública la relación en abril a través de un vídeo bastante íntimo de ambos en la cama|. Eso sirvió de pistoletazo de salida del interés de la prensa del corazón, hecho que no le ha gustado nada. Al menos cuando disfruta de su tiempo libre, ya que en los photocalls y eventos su comportamiento es bien diferente. Castro ha protagonizado una escena lamentable, amenazando a los profesionales que tenía alrededor mientras intentaba coger un taxi para huir de la zona. "Entiendo que la cosa está muy mal y no tenéis temas, y lo siento. Puedo ser pacífico y atenderos de una forma educada, también puedo no serlo y créeme que no queréis. Si me pongo a malas este señor no graba y esta señora no pone el micro.". Todo esto con una mirada de todo menos amistosa y mucha tensión. La revista Semana publica un vídeo al respecto. Lo puedes ver haciendo click aquí.
Se puede tener razón en tu queja, pero perderla en una fracción de segundo quedando como un perdonavidas. Menos humos, y no precisamente el del cigarrillo.