Barcelona tiene algunos de los restaurantes de mayor renombre internacional. Uno de ellos es el ABAC, ubicado en la avenida del Tibidabo. Es el emblema del chef Jordi Cruz, muy popular por su participación en 'Masterchef': 3 estrellas Michelin, el máximo al que se puede aspirar. El menú degustación son 295 €, un precio que puede superar los 400 € si te decantas por el maridaje. El nivel es altísimo en la cocina, en el servicio y en la máquina registradora. En cambio, parece que el local tiene carencias importantes: aparte del concepto “becarios” que tanta polvareda levantó en su momento, ahora resulta que hay una nueva acusación: la del desprecio lingüístico, el arrinconamiento del catalán.
El remitente de la denuncia es Joan Lluís Bozzo, emblemático director teatral catalán, un hombre sin pelos en la lengua. Cuando descubre lo que considera una injusticia, un atropello o una vergüenza, mete el dedo en la llaga sin miramientos. A lo largo del día de hoy, de hecho, ha alzado la voz por culpa de dos empresas que no estarían respetando la lengua nacional del país. Uno, el mencionado restaurante estrella de Jordi Cruz; la otra, una clínica. Un día completo.
La cuestión es que Bozzo ha ido a parar al ABAC y lo que ahí ha encontrado le ha hecho fruncir el ceño. Según su mensaje en redes, ni rastro del más mínimo vestigio del idioma oficial de Catalunya, la tierra del presentador de TVE. “Completamente ausente”, explica, y le otorga la puntuación máxima de la infamia: “Tres estrellas de decepción”. No ha dado más detalles sobre lo ocurrido, pero el mensaje no es demasiado interpretable. La leyenda negra de Cruz, al que su proximidad con Isabel Díaz Ayuso, Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez parece haber influido bastante, vuelve a ponerse sobre la mesa. En este caso, la del carísimo restaurante de siete tenedores.
Las reacciones a la crítica de Bozzo no se han hecho esperar. Tenemos a Antonio Baños, atacando con su ironía, o al cantante Arnau Tordera, más vehemente. Hay, sin embargo, quien se extraña del descubrimiento desagradable del mítico integrante de Dagoll Dagom, asegurando que su caso fue distinto. Tendremos que ahorrar un buen dinerito para comprobarlo. O no.