Los oyentes de radio en Catalunya tienen voces muy interiorizadas y reconocibles, sobre todo las de RADC 1 y Catalunya Radio, y especialmente de profesionales que han trabajado en las dos emisoras. Voces como las de Basté, Clapés, los Òscars... Pero todos tienen sustitutos, de verano, por Navidad, para los días que fallan, y estas segundas voces a menudo son igualmente queridas. El líder, Jordi Basté, ha tenido de subdirector, y a veces locutor principal de El món a RAC 1 en ausencia de Basté, una voz cálida, la de Joan Lluís Garcia. Muchos le han puesto cara a partir de un día muy duro para él, el de su accidente de moto camino de la radio, de madrugada, en la calle Calvet, lo que baja de Vía Augusta a la Diagonal a la altura de Francesc Macià. A 2 minutos de llegar al trabajo, este periodista de 43 años y padre de un hijo de 7 años tuvo un grave accidente con la moto. En el mismo edificio del Grupo Godó le ha hecho una buena entrevista Víctor Amela para La Vanguardia. El relato del accidente pone los pelos de punta.
"El conductor de la furgoneta sollozaba: 'No te mueras, no te mueras'". Hay que enmarcar esta #Contra de @amelanovela a @jllgarciahttps://t.co/QiqrYGVelB
— Sergio Heredia (@sheredia70) February 7, 2024
Amela acierta con una entrevista seca, sin florituras. El relato del accidente en primera persona es aterrador. Joan Lluís Garcia: "Sufrí un politraumatismo por un accidente de moto, el 7 de julio del 2022. Bajaba por Calvet, la calle que me lleva a mi trabajo en RAC1. Un escúter de 125 cc. Después de ser padre jubilé mi moto de 600 cc: "Si tengo un accidente, que no sea por mí," me decía. Eran las 4.40 h de la mañana. Iba a 60 km/hora. Eché un vistazo al retrovisor al taxi que venía por detrás. Volví a mirar adelante y ya no pude frenar. Vi una furgoneta cruzada en mi carril, salía de una travesía a la izquierda. La furgoneta de reparto buscaba una dirección... y se había saltado el semáforo en rojo. Y choqué contra su lado derecho en su parte alta. Me estampé. Si hubiera chocado por el morro lo habría sobrevolado y habría sufrido menos traumatismos. No perdí el conocimiento. Espalda al suelo, veía la peluquería de la esquina y el semáforo... Dolor terrorífico, me costaba respirar. El manillar de la moto me reventó el bazo. Para saber si quedaría inválido, intenté mover brazos y pies. Sí que los movía, y quise levantarme. ¡Imposible! El dolor me incapacitaba. Tenía la cadera rota y también costillas por varios sitios: técnicamente un volet costal (tórax inestable). Escuché al conductor de la furgoneta que sollozaba "No te mueras, no te mueras". Ambulancia, camilla, pasillos del Clínic, fluorescentes del techo, dolor insoportable, Mireia, mi pareja, llega: "Estoy vivo". Parece un relato de terror hiperrealista, en Barcelona todos podríamos ser él.
Amela desaparece de la entrevista de una manera acertadísima. Las preguntas son irrelevantes, no para lucirse. Todo es el entrevistado y aquellos cinco segundos que miró el retrovisor y no en frente. Joan Lluis Garcia emociona hablando de su hijo Quim que entonces tenía 5 años: "Vivo sin bazo. Menos defensas, me tengo que vacunar más. Lo peor fue no ver a mi hijo de cinco años durante un mes. Preferí que no me viera así. Después de cinco semanas encamado, una infección me hizo volver tres días a la UCI, otra vez quirófano para drenar... ¡diez días! La segunda vez me deprimí. ¿Cómo quedaré? preguntaba a los médicos. Yo tenía un solo objetivo: coger a mi hijo en brazos, otra vez. Jugar juntos. Como antes. ¡He aprendido cómo es de maravillosa la vida normal! No lo apreciaba hasta que me falló. Un día volví a coger la moto y di una vuelta a la manzana, para comprobar que podía. Y después la aparqué: ya no lo cogeré nunca más. ¡He vuelto a jugar con mi hijo como antes! Soy feliz". Le han quedado once marcas de agujeros en el cuerpo de las sondas y una nueva forma de ver la vida. Ahora es el jefe de Deportes de la emisora. Uno de los radiofonistas más queridos de RAC 1. Por los compañeros, por el gremio y por los oyentes. Ha vuelto a la vida.