La tormenta en torno al espectador del concierto de Joan Manuel Serrat en Barcelona que le reclamó una canción en catalán todavía mueve a la opinión pública. Entre los que elevan la anécdota a categoría y criminalizan a los catalanohablantes por la actitud de una persona y los que criminalizan a Serrat por no ser independentista hay mucho margen. Entre los periodistas se han pronunciado los habituales de twitter pero quien ha puesto el acento en que la polémica es artificial ha sido Roger de Gràcia. El locutor de Catalunya Radio ha querido recordar que una anécdota similar en otro concierto de Serrat pero a la inversa no abrió informativos ni portadas.
Acertada referencia del periodista catalán. Algunos han utilizado el incidente del concierto de Barcelona para acusar, una vez más, al independentismo de todos los males. El único error es que una persona no entienda que paga por un concierto que rememora un disco de Serrat íntegramente en castellano: Mediterráneo. El auténtico mal son todos los que han utilizado este hecho para sacar rédito político. No pasó cuando el pasado septiembre en la misma gira de Serrat, en Valencia una espectadora se levantó reclamándole a gritos que hablara en castellano. En aquella ocasión hubo abucheo del público a la espectadora y Serrat pidió respeto por una de las lenguas que se hablan en la Comunidad Valenciana: el catalán.
"Explicarnos en nuestro idioma nos ha costado años de lucha" dijo en aquella ocasión Serrat según recogía el diario Las Provincias.. A continuación, invitó a la señora a abandonar el recinto con el compromiso que se le abonaría el precio de la entrada. Tres personas más se levantaron y abandonaron el Palau de les Arts de Valencia. Aquel día no dejó de ser un breve en un diario valenciano. Esta doble vara de medir es lo que ha indignado a Roger de Gràcia y twitter:
Serrat respondió en las dos ocasiones a espectadores de que lo increpaban pero la prensa sólo ha destacado el caso de Barcelona. Ahora ya tenemos todo el cuadro y deja en evidencia a quien manipula destacando sólo aquello que le interesa. Y Mediterráneo seguirá siendo una muy buena canción. En Barcelona y en Valencia.