Els meus pares ha vuelto en TV3 de la mano de Gemma Nierga con éxito de audiencia (15,1%) y de carga de profundidad. No fue casual que escogieran Roger y Joan Pera para el estreno de la segunda temporada. Por primera vez, Nierga incide en la historia de unos padres que temen por la vida de su hijo, adicto a la cocaína.
Joan Pera: "Siempre hemos estado preparados para lo que pueda pasar". Dramático. Nunca hablan de exadicto porque la enfermedad siempre sigue allí, como una amenaza. Roger Pera se ha rehabilitado y va a las escuelas explicando a los adolescentes de los riesgos de caer en la droga. Roger Pera es, a su pesar, un gigante.
Joan Pera llegó a decirle a su hijo "Preferiría que estuvieras muerto que verte destruirte día a día". Roger Pera regala a TV3 en prime time la mejor campaña contra la droga: "Yo era una persona que lo tenía todo, todo, y acabé encerrado en una habitación consumiendo". Ahora ya se ha sacado la culpa de encima. Pidiendo ayuda, como explica el padre, orgulloso: "Roger me vino a hablar, yo creía de que había dejado embarazada a una chica pero me dijo que estaba enganchado. Todos en casa hemos estado con esta historia". Los hermanos Pera en la mesa y un detalle: ¿Qué bebe Roger Pera cuando todos toman vino con el arroz?
Los adictos acostumbran a relacionar alcohol y consumo de droga. Roger Pera toma un Bitter Kas sin alcohol. Auge, caída, recuperación y rutina de un adicto. Imprescindible. Que pasen este programa en las escuelas. Roger confesa "No puedes decir que tocas fondo porque siempre puedes ir más abajo. Caí por un problema de autoestima, de no tolerar la frustración. Te acostumbras a la satisfacción inmediata. Era una contradicción: me encanta vivir y tomaba una cosa que se me estaba matando". Acaba: "La vida me la he complicado yo". Nierga sensible e insustituible como presentadora en su papel: "Te admiro, Roger". Como todos.