El caso Dani Alves tiene a dos mujeres como víctimas. No equiparadas, no comparables, no con el mismo grado de desolación, pero el drama no se limita a la víctima que denunció haber sido violada. Para ella la Justicia está actuando y se sabrá la verdad judicial. En cambio hay otra mujer a quien la justicia no reparará, la mujer de Dani Alves, Joana Sanz. A ella el jugador también le ha destrozado la vida. Una cosa es que lo declaren culpable o inocente, eso ya lo dirá un tribunal penal de la Audiencia de Barcelona si la instrucción acaba viendo indicios de criminalidad en el futbolista. Pero ningún tribunal resarcirá a la pareja de Alves, que ve al marido en prisión incondicional acusado de un delito repugnante. La mujer, y la madre, de Dani Alves, destrozadas.
Joana Sanz solo habla a través de su multitudinario Instagram de top model de casi 1 millón de followers. Una brutalidad. A todos ellos ha enviado un mensaje de cómo se encuentra justo ahora que se ha sabido que quiere el divorcio. Algunos sospechan que es una estrategia del abogado Cristóbal Martell para acreditar que si Alves mintió a la jueza ocultando la relación sexual con la víctima fue por temor reverencial a su mujer, que si supiera la infidelidad habría pedido el divorcio. Y que pida el divorcio corroboraría esta tesis de la defensa. La coartada de la mentira de Alves sería Joana Sanz. Otros menos malpensados creen que a Joana le ha caído la venda de los ojos y no puede seguir casada con un posible agresor sexual. Ella se limita a explicar cómo se siente: como una modelo que sonríe desfilando en la pasarela mientras está destruida por dentro.
Joana Sanz recordando los buenos momentos con su marido ahora encarcelado: "Sí, ella sabe sonreír mientras se rompe por dentro". Un poema para explicar un estado de ánimo, de cómo una mujer se ve superada por la situación. A Alves se le ha acabado la vida, a la víctima le han destrozado la vida pero a una mujer que de la noche a la mañana se encuentra casada con alguien que no conoce, que resulta ser otra persona... eso recibe la empatía de muchas mujeres. ¿Hasta qué punto conoces a tu pareja? La situación de Joana Sanz es un poema.
La reacción de la modelo es posterior a las llamadas desde la prisión con su marido. Según Telecinco "Joana Sanz le pidió verse en un vis a vis y Dani Alves dijo que no. Después de decir que no, Dani Alves llama desde prisión directamente a la que sigue siendo su mujer. Una conversación telefónica que duró muy poco, en la que apenas se pueden explicar las cosas. Dani Alves le dice que sabe la decisión que ha tomado de divorciarse, pero que no la quiere perder y que la quiere mucho. Esa llamada es de 'no me dejes en este momento solo'. Joana le dice que está pendiente de su presente más inmediato y que quiere tener una conversación para que le dé las explicaciones necesarias. No quiere decir que Joana se eche atrás con la decisión de divorciarse... Se mantiene firme en esa decisión. Joana sí quiere escucharle, que le cuente y le comente cosas. Está dispuesta a esperar, no va a ser en la cárcel, será el día de mañana cuando Dani Alves abandone la prisión". Joana duda, no lo quiere ver encerrado ni mantener relaciones sexuales en Can Brians 2. Está rota por dentro. También es víctima.