Joaquín Sabina contratado por la alcaldía podemita de Cádiz para actuar el sábado de Carnaval. En la ciudad de las "chirigotas" Sabina se disfrazó de pirata de 70 años. Aquel de su canción "cojo, cono pata de palo, parche en el ojo y cara de malo." Sobre todo cara de malo cuando se acordó no de Vox, que sólo gobierna en la Andalucía donde estaba Sabina, sino del gobierno de Catalunya, de los indepes y de los exiliados. Parece recuperado de su depresión y de cuando abandonó a su público a medio concierto. Dice Sabina: "No me calienten la boca que ya vengo calentito". Y suelta estas palabras sobre tres catalanes:

"Torra, Puigdemont y Artadi me la sudan". A cuento de qué hay que citar a la consellera de Presidencia de la Generalitat y dos presidentes. Porque Artadi rima con Cai, la forma andaluza de pronunciar Cádiz. O porque metrse con los catalanes sale gratis en España. A Santi Abascal no lo citó. Rivera y Casado tampoco. Lo que más se acercó fue "Cádiz es libertad con dos cojones, disparate y arrebato, rebelión contra el maltrato". Nada más sobre el escándalo que el gobierno andaluz, y el de España si llegan, derogará a instancias de Vox la protección a las mujeres de las leyes contra la violencia machista.

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Joaquín Sabina incluyó la muy brillante canción La del pirata cojo en un disco de 1992 que se llamaba Física y química. 27 años después, mal físico y mucha química.